La ley, de avanzada, en un país cuyos dirigentes poco a poco van cediendo a la pretensión de las multinacionales, deslumbrados por las míseras regalías que reciben a partir de la extracción indiscriminada y contaminante del oro, dejando un tendal de patologías y gruesas y negativas brechas sociales, tuvo como impulsores a las organizaciones sociales de Rio Negro y a nivel institucional a la legisladora Magdalena Odarda, con quien el intendente de Roca elude el dialogo público.
Su negativa por supuesto acompañada de su sesgo agraviante y autoritario, esconde su verdadera intención de doblegarse ante la presión de las mineras, que claramente eluden el sistema de extracción con cianuro en sus países de origen.
El pragmatismo soriano, que evita la participación de la gente en su gobierno, desmovilizando la participación de juntas vecinales y otros mecanismos que involucran a la gente en decisiones de gobierno, ignorará por supuesto el seguro reclamo de las organizaciones ambientalistas y de quienes anteponen la preservación del suelo y la salud de sus habitantes por sobre soluciones económicas coyunturales y destructivas.
Su intolerancia y negativa al dialogo, impedirán al ciudadano rionegrino conocer en detalle su propuesta y las de sus eventuales adversarios -no enemigos- sobre temas tan significativos como el de marras y otros que hacen al futuro de nuestros hijos. Poco favor le hace a la democracia y la transparencia de acciones, este proceder más cercano a conductas dictatoriales que a mecanismos participativos previstos en nuestra constitución.
Pero aún así, las voces denunciando renunciamientos y acuerdos poco claros, se seguirán levantando para que la impunidad no encuentre la complicidad del silencio.
Jorge Ocampos
Candidato a vicegobernador del ARI
16 noviembre 2024
Opinion