27 febrero 2012
Opinion
Comentar
El gobernador Alberto Weretilneck fue el responsable de aludir al tema en cuestión, fundamentando su posición. Resulta interesante conocer la mirada del referente del Frente Grande ya que antes de asumir su cargo de vicegobernador, se había pronunciado claramente al respecto. En un diario regional, señaló: “Sí a la minería bajo los parámetros internacionales de respeto al medio ambiente. No está dada ninguna condición para hacer minería de cielo abierto, cianuro no". Por lo tanto, después del categórico cambio de opinión al respecto, los motivos deben quedar claros para todos los rionegrinos. A decir verdad, las respuestas del gobernador no nos tranquilizan, sino que nos generan una inmensa desorientación.
La primera observación sobre el tema fue en Bariloche. Ante el reclamo de buena parte de la sociedad, el gobernador dijo que no debíamos preocuparnos porque el cianuro no se utilizaría en nuestra ciudad. Con buen tino, las distintas organizaciones remarcaron que la defensa de la calidad de vida desborda los límites de nuestra localidad.
Luego, en respuesta a las constantes movilizaciones en contra del cianuro, Weretilneck anunció la creación de una empresa del estado. Este intento por tranquilizar fue indudablemente una muestra de incomprensión sobre lo que se está planteando con altísima preocupación. “No sólo autorizamos que utilicen cianuro las empresas mineras, sino que nosotros también, como Estado, convalidaremos el sistema compartiendo los beneficios”. Es inadmisible que ante la premisa, “no queremos cianuro en nuestra tierra”, se esgrima “crearemos una empresa estatal”. El nudo del conflicto está en la acción, no en quién lo lleva adelante.
Siguiendo esta línea, hace algunos días indicó, con el mismo énfasis para defender el polémico proyecto, que “todos aquellos que se oponen a la minería hacen uso de los recursos mineros en su vida cotidiana y hogareña, y sin embargo no se preguntan si son contradictorios”. Lo que no considera el señor gobernador en su ejemplo, son las cantidades. Un detalle para nada menor. Como referencia, la explotación que se intentó en 2003 en Esquel planificaba emplear seis toneladas de cianuro por día. Ninguno de nosotros utiliza esa cantidad en los quehaceres cotidianos, ni genera el riesgo correspondiente.
Como corolario de este particular recorrido por las respuestas de Weretilneck, nos encontramos con la intención de menospreciar y deslegitimar el reclamo de la gente, indicando que el Diario Clarín está detrás de los manifestantes en contra de la minería a cielo abierto con cianuro. Además, una legisladora del Frente para la Victoria indicó que quién firma esta nota paga 50 pesos para que vayan a la marcha. Sobre este punto, no hay defensa que amerite ser esgrimida por el tamaño de la alucinación y la falta de respeto. Afortunadamente, luego, el senador Miguel Pichetto –referente del gobierno provincial- salió con una mejor interpretación y un manto de racionalidad sobre el reclamo genuino de los rionegrinos.
Después del desfile de respuestas que logran desorientar con llamativa facilidad, sospechamos que, quizá, el mensaje durante los días de marchas, múltiples manifestaciones y expresiones por distintos canales no fue lo suficientemente claro. Vale entonces que en el final de esta nota marcada por la indignación, repitamos una vez más: Todo lo que decimos, señor Gobernador, es “No al cianuro porque es potencialmente letal. Sí a la vida”.
Legislador Claudio Lueiro
Partido Provincial Rionegrino (PPR)
16 noviembre 2024
Opinion