Damián Miller, titular del gremio de la construcción en Viedma, señaló que se envió una nota al gobernador Alberto Weretilneck planteando el malestar del sector porque, pese al sinnúmero de reuniones mantenidas con diversas funcionarios, no hay novedades concretas respecto a un plan de obras que genere nuevas fuentes laborales.

“El carreteo para tomar vuelo se está haciendo muy largo y los compañeros se ponen inquietos”, dijo Miller a FM de la Costa.

Aseguró que “las familias no están pasando por un bueno momento” y adelantó que la UOCRA “va hacia un plan de lucha”.

Si bien destacó la predisposición de Weretilneck para recibirlos, dijo que “en estos cinco o seis meses nos reunimos más veces con él que con (Miguel) Saiz en ocho años de gobierno, pero tenemos infinidad de proyectos parados”.

Señaló particularmente las obras de viviendas. “Eso nos genera un paliativo a la hora de buscar empleo, pero está todo parado”, dijo.

También cuestionó la falta de “un proyecto grande de obra pública” y manifestó que por ahora el gobierno “se ha ido en anuncios, pero en acción nada”. Además, dijo que “tampoco se refleja una actitud de convocatoria hacia las empresas constructoras”.

Sin embargo, Miller apuntó especialmente a los funcionarios y dejó de lado al gobernador. “Vamos a contramano de las ganas y la voluntad que le pone Weretilneck de sacar la provincia adelante, porque hay funcionarios que no están comprometidos con la acción de gobierno”, dijo.

“En esta cuestión de ordenamiento, y tomando un poco las palabras del intendente de San Antonio (Javier Iud) que decía que le dieron la dirección de los ferrocarriles a una persona que jamás anduvo en tren, acá pasa lo mismo. Hay gente a la que le dieron un lugar para que desarrolle una acción de gobierno y no está ni enterado de cómo hacer las cosas. Y encima surgen denuncias de maltrato a los empleados”, agregó el dirigente gremial.

Miller admitió que “la provincia está mal” pero aclaró que “se recibe fondos genuinos para obra pública que sumados a algunos remanentes significan unos 600 millones de pesos que no sabemos a que obras se destinaron”.

Criticó que “de los más de 100 millones de pesos recibidos este año por la Nación nada se ha destinado a obra pública” y explicó que “nosotros podemos entender que no se usen los fondos fijos para obras, pero cuando la Nación manda los dinero de FONAVI y del plan sojero y no se usa para obras creo que hay un problema de utilización de dinero”.

Además, cuestionó que “nadie se haya quejado por la paralización de algunas obras como la ruta 23, la extensión de la 22 entre Río Colorado y Chichinales o algunas otras en Sierra Grande donde echaron trabajadores”.

Confirmó luego que para el viernes “se convocó a todos los obreros para diagramar un plan de lucha, y en esta oportunidad nos vamos a manifestar en Viedma y la zona”.

“Mucha veces hemos sido poco pacientes para esperar obras y  hemos salido a la calle a movilizar. A este gobierno, por ser nuevo, le hemos dado todas las posibilidades, pero ya se termina la paciencia”, finalizó