Esto implica que un trabajador soltero que perciba más de 8.360 pesos en bruto deberá empezar a pagar el tributo; mientras que uno casado y con dos hijos, deberá percibir más de 11.563 pesos en bruto para pagarlo.
Estos valores no representan lo que los trabajadores cobran en mano ya que hay que descontarles los aportes; lo que hace que para los solteros, el valor para tributar sea de 6.900 pesos y para los casados con hijos, 9.600 pesos aproximadamente.
Al respecto, se refirió el legislador Claudio Lueiro: “Si bien a simple vista el anuncio parece ser un alivio para el bolsillo de los trabajadores, no alcanza. Hace dos años que no se tocaba el mínimo no imponible y no hace falta hablar de la inflación que sufrimos los argentinos”. En este sentido, Lueiro señaló: “A la hora de compararnos con países vecinos, se debe tener en cuenta la inflación real de cada uno de esos países”.
Por otro lado, Lueiro consideró la actual época de paritarias: “Con los incrementos salariales, muchos trabajadores pasarán a tributar alícuotas más elevadas dentro de la escala progresiva de la ley, sufriendo un mayor impacto del impuesto”.
“Sería mucho más sensato establecer un mecanismo de actualización automática de los mínimos no imponibles, por ejemplo, teniendo como punto de referencia la inflación anual. Lo cierto es que hace un largo tiempo, varios de los aumentos que surgen de las paritarias se ven licuados en el sueldo de bolsillo por saltar a una tasa más elevada en la escala progresiva que se utiliza para liquidar el impuesto”, recalcó Lueiro y recordó: “En el año 2005, antes que se diera la primera actualización del Impuesto a las Ganancias después del 2001, el salario bruto promedio era de 1.987 pesos, lo cual hacia que traspasara apenas en un 8 por ciento al mínimo no imponible en el caso de los trabajadores solteros. En la actualidad, ese salario bruto promedio supera al mínimo no imponible en un 45 por ciento, por lo cual el Estado está recibiendo mayores ingresos porcentuales por parte de sus contribuyentes”.
Legislador Claudio Lueiro
16 noviembre 2024
Opinion