La lectura apresurada ha llevado a esos dirigentes justicialistas a proferir descalificaciones sobre Sanz y el radicalismo absolutamente fuera de lugar, en línea con la falta de respeto al pensamiento ajeno que caracteriza a los representantes de este modelo nacional y popular.
Lo que ha dicho Sanz, y que comparto, es que si el Gobierno Nacional hiciera lo que debe hacer, esto es, respetar el federalismo y asignar los recursos que le corresponden a las Provincias, los senadores nacionales no tendrían por qué gestionar lo que por derecho corresponde ser administrado por los Gobiernos Provinciales.
La tarea fundamental de los Senadores es defender los derechos federales de la Provincia que representan, tal como se desprende del artículo 44 de la Constitución Nacional, a través de la tarea legislativa.
En ese sentido y no en otro debe entenderse el interrogante que planteó Sanz “¿Quién es mejor senador? ¿El que vota por el reparto 50 y 50 de los recursos entre Nación y las provincias o el que tiene que hacer gestiones para que la Nación tape los descubiertos de su provincia y se puedan pagar los sueldos”?
El tema no es menor, ya que más allá de las gestiones que pueda hacer un Senador, lo que realmente importa es si al votar en el Congreso lo hace a favor de los derechos de su Provincia o a favor de la concentración económica y política que siga consolidando el gobierno más unitario que ha tenido este país.
Finalmente, si la función primordial fuera la de gestionar, para qué elegir Senadores si alcanzaría con tener una buena representación en la Casa de Río Negro en Buenos Aires.
Fernando Chironi. Precandidato a Senador por la UCR, Lista Roja y Blanca
16 octubre 2024
Opinion