“Previo a la decisión de elevar a juicio la causa hay que culminar con la instrucción. Pero la elevación está decidida”, sostuvo el letrado, en diálogo con FM DE LA COSTA.
“Hay una cuestión física de que se remita el caso a la Cámara y una serie de actos procesales que tienen que ver con el ofrecimiento de pruebas de Fiscalía. Esto es lo que resta y lo que se tiene que hacerse en breve”, agregó.
Cabe recordar que por esta causa fueron procesados Belén Fernández Barrientos, Felipe Carrasco y Carlos Morales Toledo, todos con prisión preventiva. El juez Carlos Reussi los encontró coautores penalmente responsables del homicidio.
Sachetti aseguró que quedó demostrado que los tres “estaban en la confitería donde estuvo Atahualpa” y explicó que “nosotros sabemos lo que sucedió dentro del boliche por lo que dijeron testigos, sabemos que él estaba ahí, con quien estaba, que hizo y que consumió”.
Sin embargo, todavía son un misterio los hechos posteriores. “No sabemos cuando y como sale del boliche, si sale solo o acompañado y si para irse usa la puerta del frente o la del fondo”, explicó el letrado.
Además, indicó que se desconoce lo que sucedió en las tres horas que pasaron desde el último registro temporal que se tiene de la presencia de Atahualpa en el boliche y el posterior hallazgo de su cuerpo.
“Hay indicios y algunas muestras en la ropa, con registros de barro y tierra y manchas de sangre que nos dan algunas hipótesis. Por ejemplo, entendemos que fue trasladado sentado en un vehiculo, que no fue caminando y claramente alguien lo llevó”.
Cabe recordar que para resolver el procesamiento, el juez Reussi se basó en varias pruebas y particularmente en el hallazgo en poder de Carrasco de una campera que tenía restos de sangre con ADN de la víctima y de Morales Toledo.
El motivo, otro misterio
En cuanto al motivo del crimen, Sachetti explicó que hay dos hipótesis expresadas por testigos.
“Una motivación tiene que ver con la relación que Atahualpa tendría con la mujer detenida que, a su vez, es pareja de otro de los detenidos. Ahí tenemos versiones muy contradictorias, con gente que se acercó a decir que Barrientos buscaba a Atahualpa y otras personas amigas del joven que señalan que nunca tuvo una relación con esa persona”, dijo el abogado.
Explicó que la segunda hipótesis se vincula con su participación en la toma del asentamiento 30 de Marzo. “En esa época hubo más de un hecho de violencia, como el incendio intencional de una casilla donde se guardaba la documentación de los vecinos o denuncias por ‘aprietes’. Juestamente, vinculan esto con un ‘apriete’ contra Atahualpa y un disparo que fue accidental”, dijo.
“Estas son las versiones del expediente, pero son todos dichos de dichos. No hay testigos directos”, aseguró finalmente.
Atahualpa fue hallado muerto en la mañana del 15 de junio de 2008. Presentaba un disparo de arma de fuego calibre 22 en la zona axilar posterior izquierda, con perforación del pulmón. El disparo se efectuó a una distancia calculada en 50 centímetros. La herida le causó una hemorragia con shock hipovolémico y la posterior muerte.
Su cuerpo fue abandonado en el camino vecinal en dirección a la alcaidía y el autódromo de la ciudad que nace detrás de la planta transformadora de electricidad, a unos 500 metros de la Avenida Perón.
17 enero 2025
Judiciales