En la capital provincia se abrió la inscripción para la Escuela de Oficiales, donde actualmente se dicta la Tecnicatura Universitaria en Seguridad Ciudadana, en convenio con la Universidad Nacional de Río Negro.

“Se prepara a los futuros oficiales. Son dos años de estudio. La formación académica va de la mano en dos bloques distintos a cargo de la universidad y la policía”, explicó el director de la institución, comisario Gustavo Díaz Coronado.

El uniformado confirmó que el nivel de inscripción alcanzó cifras extraordinarias en pocos días y atribuyó esta situación a “la salida y la estabilidad laboral casi inmediata que ofrece la policía”.

Para el oficial los inscriptos buscan en la policía a esa institución que, con una rápida formación, les permitirá obtener una igual de rápida inserción en el mercado laboral. “Si se cumple con los requisitos, se puede tener un buen porvenir en la policía”, remarcó.

Sostuvo que al ingresar a la escuela el alumno empieza a cobrar una beca de entre los 1500 y 1600 pesos. Eso incluye obra social y la ART. “Desde ese momento la Provincia ya empieza a invertir en seguridad”, subrayó.

A esta necesidad de los inscriptos, en su mayoría jóvenes que hace poco tiempo terminaron el colegio secundario, se le suma el escaso mercado laboral que existe afuera de la institución.

Más allá de  esto, Díaz Coronado aclaró que entre las personas que han elegido a la policía hay chicos “que vienen con mucha vocación” y otros que provienen de familias integradas por policías en actividad o retirados.

En cuanto a las edades de los inscriptos, señaló que “hay una diversidad interesante” y sostuvo que “hay deserción, pero comparado con otros establecimientos escolares, el nivel es mucho más bajo”.

El uniformado destacó además que hubo importantes cambios en el plan de formación. “La escuela policial ya no es la de antes. Estamos en un periodo de transición en cuanto a la formación y algunas prácticas ya no existen”, dijo.

Remarcó también que “el test psicológico es más estricto, porque se miden otros parámetros” y que “se hace un seguimiento importante con el equipo interdisciplinario”.

Díaz Coronado explicó que se busca inculcar “políticas que sean útiles para atender las problemáticas de la sociedad, pudiendo intervenir y dialogar” y sentenció: “Es otro modelo de formación. Ya no existe la lagartija y el salto de rana. Esto ha evolucionado”.