“Calidad” de la Educación, Derechos laborales, Educación para “todos”

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Como trabajadores/as de la Educación tuvimos, tenemos y tendremos un compromiso con la sociedad toda, en una dimensión que, a lo largo de la historia, suele ser poco valorada o comprendida. Sostenemos que este juego social en el que estamos inmersos tiene el sentido más profundo desde sus raíces hasta los objetivos claros de saber que no hay transformación social y educativa posible sin Educación de calidad para las personas.

Un eje ideológico que nos posiciona, como organización,  frente a un estado ausente en políticas educativas, de las que sólo habla de términos sin demostrarlo en los  hechos, es entender  a la calidad educativa, la diversidad, la inclusión para la emancipación, como el lazo fundamental  a lo largo de la formación  de niños, niñas y adolescentes, jóvenes y adultos,.

Si tenemos en cuenta,  las últimas resoluciones de cierre de cargos en el nivel primario y secundario en nuestra Provincia, podemos visualizar claramente  como ésta acción de gobierno marca el abrupto e irracional atropello no solo, a los derechos laborales de un gran número de docente, también implica el atropello correlativo al Derecho a la educación que tanto pregonan.

La situación educativa nos muestra que  la matrícula estudiantil es fluctuante, crece en algunos sectores geográficos y en algunos niveles, decrece en otros. Matrícula que deja entrever serias problemáticas que esta gestión de gobierno y  las anteriores no han podido trabajar en lo profundo, problemáticas que nada tienen que ver con la fría realidad de un dato numérico plasmado en planillas estadísticas que parecen ser el caballito de batalla y de política educativa de sucesivas gestiones gubernamentales.

A este cierre desmedido de cargos no le cabe otro nombre que  “ajuste”, porque es una acción que se ha basado en datos cuantitativos sobre la Matrícula.  Frente a esto, como docentes nos preguntamos ¿Cuál es el verdadero impacto de las políticas de ajuste en el Derecho a la Educación?

En este largo trayecto entre teoría y práctica aparecen otros interrogantes ¿Escuela para todos/as?¿O escuela selectiva?¿Cómo se fundamenta esta masividad en los cierres de cargos cuando se afectan  las personas en su integridad laboral y de interacción en la Enseñanza Aprendizaje?¿Cuál es el respeto de este gobierno hacia la diversidad, la inclusión, la calidad,  cuando las políticas de estado responden a  un modelo en el que solo se tienen en cuenta los números estadísticos y no las realidades sociales que atraviesan las escuelas y las familias que a ellas concurren?¿Cómo se posiciona un estado ante la necesidad imperante que demanda a gritos la función social de la escuela?

Adoptar un enfoque de la educación basado en los derechos humanos no es tarea sencilla. Los Estados que se comprometen y normativizan sus Políticas desde estos fundamentos, deben asumir y trabajar frente a diversos  problemas como por ejemplo, la necesidad de compaginar el reconocimiento y cumplimiento de estos derechos fundamentales con las tensiones que pudieran  surgir entre la implementación, los roles y  responsabilidades que el Estado desde su Política Educativa debe asumir.

Justamente estas  tensiones se producen cuando se despersonaliza a la educación y se  llama a los estudiantes “Matrícula” y sólo se puede  trabajar sobre un número, sobre una variable, dejando  de lado al Sujeto Único, Particular, en un contexto social que también es Único y Particular, para que pueda ser cuantificado.

La educación inclusiva es un movimiento mundial que se da actualmente en todos los sistemas educativos y constituye un movimiento contra-hegemónico, contra-estadístico en sus fundamentos esenciales. La lucha y la búsqueda de cómo transformar nuestros sistemas educativos, desde sistemas centrados en modelos de integración escolar a modelos de educación inclusiva para la emancipación, es un desafío complejo que debe ser afrontado.

Hace más de 20 años que  el sistema educativo rionegrino camina en este sentido y lo establece a través de sus normativas, pero siempre queda en la fase declarativa de los derechos. Este gobierno no es la excepción, dicta resoluciones que permanentemente contradicen estas normativas porque implementa políticas desde la estadística; el cierre de  cargos, termina por  despoblar escuelas, desmantelando  salas de clase que puedan contener la diversidad, eso es actuar en contra de una Escuela para Todos/as.

Pasar de la declamación a la acción requiere por ejemplo,   garantizar aulas personalizadas para todos/as, en las que cada estudiante se sienta reconocido, para que se sienta activo dentro de ese espacio, que se adapten a las distintas necesidades e intereses de los y las estudiantes. Es importante empoderar desde la Formación Docente Inicial y Permanente a la atención a la Diversidad, no sólo en el plano Filosófico, sino discutir, debatir y desarrollar estrategias metodológicas y actitudinales para una Escuela con y para Todos.

Todo lo expuesto,  dista mucho de lo que se plantea en nuestra provincia,  las autoridades educativas, incluso el Sr. Gobernador, optaron por lo cuantitativo: cantidades  de estudiantes dentro del sistema, de días de clase, de  permanencia de los estudiantes en las aulas. Pensar en cantidad sin prestar suficiente atención en cómo están preparadas, desde lo edilicio, desde lo grupal, sin ocuparse de la formación docente  ante la diversidad de niños, niñas y adolescentes y adultos y sus particulares necesidades, en cómo realizan el proceso de aprendizaje, con qué recursos humanos y didácticos  los apoyarán, la conclusión de los estudios y los resultados escolares, ni a los procesos gracias a los cuales se pueden alcanzar esos resultados.

Priorizar la estadística es ignorar los enunciados que la educación para todos declara como necesidad: asegurar no sólo el acceso a la educación sino en cómo garantizar el aprendizaje, en qué contextos socioculturales y comunitarios y con qué recursos de infraestructura y recursos humanos formadores daremos real garantía a esos derechos, daremos valor otorgándole contenido al derecho a la educación, esto se contrapone sustancialmente de los ejes de la gestión educativa gubernamental: ingreso, permanencia y egreso.

Por todo esto, desde Un.TER queremos hablar y discutir de Educación seriamente, para que cada estudiante de nuestra provincia sea reconocido como Sujeto de derecho, que la Educación sea su Derecho Fundamental y donde sean ellos  los verdaderos protagonistas, para que no naturalicen lo injusto. Como trabajadores y trabajadoras de la educación dar el debate, repensar la teoría para construir colectivamente, para transformar la realidad  es llevar a la práctica lo que nos enseñó Paulo Freire  “Lucho por una Educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer”.                                                                   

 

Consejo Directivo Central, UnTER

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