Si bien  las denuncias por violencia de género aumentaron en un 60%  no es menos cierto que las mujeres que mueren  hoy por esta temática lo hacen por hechos aberrantes .Un informe del Observatorio de Femicidios  indica que cada día en el país una mujer muere victima de la violencia de género  por eso es necesario  que, realmente,  el Estado y la sociedad en su conjunto  se involucre más comprometidamente .

Los indicadores en Salud  “hablan”  en qué país habitamos; la mortalidad materna es un indicador de la disparidad y la inequidad porque se mueren mujeres pobres y jóvenes; al agravarse por las diferencias es posible afirmar sin temor a equivocarnos  que si bien todos los argentinos somos iguales ante la Ley,  en este caso no se está cumpliendo.

Argentina no logra reducir el número de muertes maternas; la tasa está en una meseta y esto tiene que ver con la persistencia del aborto inseguro.

Según los datos surgidos de los Hospitales, se produce una muerte materna  cada tres días  y más del 43% de estas situaciones son por abortos inseguros. Las internaciones en Hospitales Públicos  por interrupción del embarazo crecieron en un 46% en estos últimos años.

Cada dos partos  se practica un aborto inseguro, siempre hablando de subregistros  porque el aborto en la Argentina está penado por Ley.

Por eso es que considero  que la norma vigente que data de 1920 no cumple con los objetivos propuestos  y es necesario  que la sociedad y los legisladores nacionales revisen la normativa .Debemos ser cuidadosos  y responsables ;por eso creo que todo tipo de reflexión es válida y debe ser aceptada , pero a la hora de legislar  hay que hacerlo de manera tal que se beneficie  a la población. Despenalizar el aborto  o legalizar su procedimiento no equivale estar a favor del aborto  pero si con estas dos herramientas, la primera como figura legal  y la segunda como figura sanitaria, convierten  la interrupción de un embarazo en un hecho extremadamente seguro.

Ya lo decía en junio de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas en donde los Gobiernos del mundo reconocieron  que el aborto no seguro tenía que ser una preocupación de la salud pública.

Soy una convencida  de que el laicismo  es una condición imprescindible para el ejercicio de los derechos. Para que cada muerte materna nos importe realmente debemos ocuparnos; “no simplemente  porque estas son mujeres en la plenitud de sus vidas, no simplemente porque morir  por causas maternas es una de las formas más terribles de morir , pero por encima de todo  porque cada muerte materna  es un evento  que podría haberse evitado  y que nunca debiera  haberse permitido que ocurriera" (Fathalla 1997).