Cerca de las 20 horas, unos cincuenta vecinos se plantaron frente a la vivienda donde vive una de las personas a quienes los vecinos le endilgan cometer abusos con menores de corta edad.
Paulatinamente, el número de la convocatoria fue creciendo hasta que en un determinado momento ya eran cerca de 300 personas.
Fue entonces que comenzaron las primeras piedras a surcar el aire en dirección a la vivienda. Fue el tío de las menores que los victimarios convirtieron en sus víctimas quien entonces se paró ante la multitud para pedir calma y recordar que el principio de la convocatoria era un reclamo “pacífico”.
Pareció ser que todo tornaba en calma, pero unos quince minutos más tarde las piedras volvieron a repicar sobre la puerta y ventanas del domicilio haciendo estallar los vidrios en mil pedazos y destrozando los postigos.
En el interior de la casa estaba el hombre de unos 80 años junto a uno de sus hijos quienes escaparon hacia una de las habitaciones para refugiarse de la furiosa arremetida.
Para entonces, la policía había bloqueado los accesos para impedir que los más exaltados pudieran intentar agredir físicamente al presunto abusador pero no podían impedir que siguieran volando hacia el interior de la morada todo tipo de escombros, ladrillos y cualquier elemento que sirviera para destrozar televisor y demás.
Hubo que esperar a que llegaran los refuerzos para intentar sacar al sujeto que seguía resguardado en el sector de cocina. Con la presencia de efectivos de la comisaría de Choele Choel y del COER – entre otros – se puso en marcha el operativo de rescate en medio de una tremenda confusión, y cientos de piedras que impactaban sobre los escudos policiales, patrulleros e incluso contra la humanidad de alguno de los efectivos.
En tanto, otro grupo se desplazaba hacia otra de las viviendas del barrio donde vive otro de los ancianos sindicados como abusador de menores.
La escena volvía a repetirse. Destrozos en persianas y vidrios de la casa con la diferencia que el hombre logró ser sacado rápidamente por un pasaje que da a la parte posterior de la vivienda, sin que la mayoría de los vecinos se percatara de ello.
Luego, intentaron prender fuego el lugar pero por la acción del personal policial de tareas especiales que acordonaba el sitio, el incipiente foco igneo pudo ser rápidamente controlado.
Cuando todo volvió a la calma y ya la mayoría de los vecinos se habían retirado del lugar porque no coincidían con los actos de violencia que se habían perpetrado, un grupo de treinta personas – entre ellas muchos jóvenes y menores de edad – se encaminaron hacia la comisaría local.
Allí, ocuparon la vereda de la plaza y reclamaron por justicia. Si bien el momento se daba en un marco de tensa calma, la situación no pasó a mayores y ya pasadas las 22,30 la mayoría de los manifestantes comenzaron a alejarse del lugar.
FUENTE: 7enpunto
24 enero 2025
Judiciales