Dieguez: “Nunca fuimos neutrales, siempre defendimos las banderas de siempre”

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La constante exigencia por parte de los gremios, en períodos de paritarias y negociación, es más que lógica. Lo que parece atrasar es la acusación permanente o el cliché de juzgar a un funcionario actual por su pasado sindical. 

Esa imputación no acepta que hayamos encontrado una idea que nos representa, la cual se ha plasmado en muchos de los objetivos que pretendíamos para nuestros pibes y docentes, incorporando a la Educación como lugar absoluto y transformador.

Uno de los grandes legados del kirchnerismo es la reivindicación de la política: la demostración real y efectiva de que la transformación de los pueblos se produce solamente a través de ella. Al principio, fuimos reticentes. Luego de tantos años de dirigencias antipopulares era raro ser oficialismo, pertenecer al Proyecto. Pero de a poco nos enamoramos, nos incorporamos, nos hicimos cargo y militamos para continúe y se profundice.

En la provincia pasó algo parecido. Encontramos un espacio colectivo que nos representa y del cual formamos parte. Tan sencillo como eso. Es falaz, entonces, el argumento que sostiene que nuestro pasado de lucha social nos invalida o nos deslegitima para participar de lo que llamamos oficialismo.

Nunca fuimos neutrales en nuestra lucha: ni en las escuelas, ni en el sindicato, ni en la actualidad. Y nos hacemos cargo. Entendemos que la oposición permanente es más fácil, impoluta, no sufre riesgo de equívoco y hasta resulta más descomprometida, pero nuestra elección es otra.

El sindicato, en su condición de negociador, exige y condiciona –incluso de manera ilegal, ya que pretende paritarias mientras toma medidas de fuerzas- pero el Estado rionegrino no responde a las coyunturas políticas, no improvisa sobre la marcha o sobre el apriete, sino que planifica y destina recursos de manera responsable e inclusiva.

Por eso entendemos que el análisis debe hacerse en su contexto, y las exigencias sindicales deben realizarse con mayor responsabilidad, o con un poco más de memoria.
 
En materia educativa, la provincia de Río Negro ha logrado avances significativos. En lo que respecta a los salarios netos de bolsillo, en 2011 ocupaba el puesto 23; hoy es el sexto mejor salario de la República Argentina.

En tanto, un maestro inicial  a fines de 2011 recibía un neto de 2945 pesos y en diciembre de 2013 llegó a 4918 pesos, un 67% de incremento.

En la actualidad, los docentes se encuentran primeros en el cronograma de pagos, con salarios que en un pasado cercano hubieran celebrado, no sólo por el número real, sino porque es percibido de manera efectiva, unificado y no a través de bonos, tickets canasta o en cómodas cuotas.

Muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras por el cumplimiento de los días de clases de nuestros estudiantes, durante las gestiones anteriores impulsaron y promovieron políticas de paralización del salario docente y de deterioro de la educación pública. En cambio, en la actualidad podemos afirmar que, después de dos años consecutivos de garantizar los 190 días de clases, éste es el primer año que se inicia con demoras por paros docentes. Vale la aclaración de que el paro efectuado en Río Negro –los días 5 y 6 de marzo- fue una medida de carácter nacional, en adhesión a la convocatoria de la CTERA.  

Cuando asumió esta gestión, la mitad de las escuelas se encontraban con serios problemas para funcionar; gracias a la inversión significativa que realizó la provincia en materia edilicia, durante este año menos del 2% de las escuelas presentarán dificultades al inicio de clases.

Además, se aprobó la Ley Orgánica de Educación, producto de un trabajo colectivo de diferentes actores sociales,  se designó la Vocal Madre, se cubrió el 100% de la cobertura en salas de 4 años, se duplicaron las escuelas con ampliación de jornadas en primaria, se abrieron 4 escuelas técnicas nuevas, se capacitó a 3000 docentes para implementar en todos los ámbitos educativos la Educación Sexual Integral (ESI), se está brindando cobertura educativa en todos los penales de la provincia, se ampliaron las escuelas interbilingües, entre tantas otras cosas.

Nosotros podemos aceptar y hasta sortear determinadas chicanas o discursos provenientes del sindicato, que busca negociar un porcentaje aún mayor. Lo que no debemos aceptar es la necedad, la negación o el desconocimiento de las políticas concretas que hemos incorporado a través de la demanda de la gente, de los compañeros y de los trabajadores, frente a la situación de abandono, precarización y ausencia del Estado durante casi tres décadas.

Nuestro Ministerio de Educación y DD.HH. ha dado muestras evidentes de la prioridad que tiene la Educación pública en la provincia de Río Negro, por eso continuaremos en la lucha diaria, impulsando políticas públicas que conciban la Educación como un Derecho Social y un bien público. Los beneficios adquiridos en estos dos años son irrefutables y estamos convencidos de que el desafío será seguir profundizando el camino de la Educación en función de la inclusión, la igualdad y la libertad.

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