El mismo Gobierno que reconocemos por descolgar el cuadro de Videla, ensalza la figura de Milani y parece dar un paso atrás a voluntad en materia de Derechos Humanos.
Cesar Milani consiguió recientemente el apoyo renovado del Gobierno y de la Justicia. El fiscal general federal de La Rioja, Horacio Salman, afirmó que "no hay pruebas" en su contra. Fue duramente criticado por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales). El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hizo propio evitando cualquier cuestionamiento.
El Gobierno Nacional parece elegir hacer en derechos humanos lo que mejor le sale, oídos sordos al pedido de Nora Cortiñas (Línea Fundadora de las Madres de Plaza de Mayo) quien aseguró “Hay bastantes denuncias contra este militar, no habría que perder más tiempo”. “Sigue en el cargo por un capricho del Gobierno”, concluyó.
Es de suma gravedad, y atentos debemos estar, tras el comunicado del CELS que señala: "Hoy vemos con preocupación que la persona que tiene la responsabilidad de conducir las fuerzas armadas hace propios, en el ejercicio de su investidura, argumentos que contradicen avances fundamentales de la reconstrucción democrática llevada adelante por toda la sociedad argentina en los últimos treinta años".
La expresión del CELS, hace alusión a la última defensa ante la Justicia de Milani, luego de que el organismo denunciara presiones castrenses a la justicia en la causa que investiga la privación ilegítima de la libertada de Pedro y Ramón Olivera, en 1976.
El proceso judicial contra Cesar Milani está en curso, pero es inentendible que tras tantos años de avance democrático, tengamos como Jefe del Ejército a un personaje tan cuestionado en su accionar durante la Dictadura.
16 noviembre 2024
Opinion