Nuestro país, no era un lugar que nos brindara un futuro, que nos hiciera sentir orgullosos. Usted, Miguel, junto a Néstor y Cristina, recibieron un país en llamas.
Le cuento: yo soy de los que nos denominamos kirchneristas; no puedo sentirlo de otro modo. Me crié con esas imágenes, así como su generación con la de Perón y Evita. Pero, en definitiva, todos estamos en este mismo barco, que es la de transformar este país con criterios de Soberanía, Desarrollo, Inclusión, y Justicia. Y eso es lo importante, más allá de los rótulos.
El kirchnerismo tiene la capacidad única de transformar la realidad, y después de 12 años de un gobierno que dista bastante de encontrarse desgastado, nos entrega otra imagen de país. Millones de chicos incluidos en la AUH, los chicos en el aula en vez de en la calle, un centenar de escuelas construidas a lo largo y ancho de la Patria, un aumento del %35 en los ingresos a la universidad y del %80 en los egresos, el regreso de los Juegos Evita. Un interés sin precedente por educacarse, por la cultura, el deporte y la ciencia, y un inmenso etcétera de inversión estatal orientada directamente a la juventud, convenciéndonos de que la política sí es un medio útil para mejorar la realidad y no la cloaca triste del "no te metas" y el "tené cuidado". Usted, Miguel, fue parte fundamental de ese cambio, porque logró la unidad para alcanzar los votos que necesitábamos en el Senado.
Por otro lado, lo que también es admirable, es que todo esto no se ha realizado para nosotros los jóvenes sin nuestra participación, sino que los gobiernos de Néstor y Cristina se han preocupado intensamente en dejar un legado de cuadros y líderes jóvenes que nos enseñan que es posible gobernar, y a la vez preparar a la generación siguiente para que tome la posta y continúe el camino de desarrollo, inclusión y de grandeza por el que avanza nuestro país.
En mi opinión, y por la propia experiencia, los jóvenes dejamos de ser sobrevivientes y pasamos a ser actores de nuestra propia realidad. Quiero agradecerle, como alguna vez le agradecí a Cristina en persona, o a Néstor, el día que murió.
Aunque es verdad que todavía queda muchísimo por conquistar, especialmente en Río Negro, donde lamentablemente existe una sucesión nefasta de políticas provinciales que consideran a la juventud un cliente al que venderle alimentos en mal estado, carne de prostíbulo apta para esclavizar y vender, o directamente el enemigo al que excluir de toda posibilidad de progreso y ascenso social. No voy a olvidar el día en que Weretilneck dio los nombres de muchos jóvenes de la ciudad, que se consideraban "peligrosos", como si con eso se terminara la delincuencia. Por contracara, usted viene con la Universidad de Río Negro, inaugura sedes, colegios técnicos, gestiona viviendas... Es decir, usted trabaja por un horizonte para nosotros, los jóvenes. Un horizonte que necesariamente necesita de educación, salud, y vivienda. Trabajar en esos temas, es volver a ese peronismo del ascenso social, del trabajo, de la diginidad. Y ahí, en ese camino, los jóvenes vamos a estar con usted, Miguel.
En Río Negro aún no podemos disfrutar aquí de muchas de las grandes conquistas sociales y culturales que se vienen logrando a nivel nacional, ya que muchas de las obras que hoy deberían ser fundacionales en Río Negro terminaron suspendidas o directamente canceladas, ya que los planes y presupuestos que llegaron a la provincia se diluyeron sin ejecutarse entre las oficinas del gobernador Weretilneck, quien en un último sacrificio desesperado a las convicciones terminó encolumnado tras Sergio Massa.
En todo este panorama, los jóvenes encontramos insostenible la actual gestión provincial, y exigimos un cambio de gobierno que nos participe y nos haga parte de otro proyecto en Río Negro. Es por eso que desde la juventud, en sintonía con nuestra conductora nacional, consideramos que el cambio que buscamos llegará cuando se recupere la provincia de la mano de usted, Miguel, quien fuera desde hace varios años la mano derecha de Cristina en el Senado. No es una responsabilidad fácil. Como decía Perón, tenemos que salir de las ruinas.
Usted, Miguel, más allá de su gran experiencia y preparación, ya ha demostrado ser mejor gobernador que el oficial, pues, sin serlo en los papeles, ha inaugurado y gestionado en estos 4 años tanta o más obra pública que el gobernador en funciones, sin mencionar una gran producción de leyes y haber mostrado un gran interés en la cuestión de la juventud, destacándose entre otras la creación de la Universidad Nacional de Río Negro que ha transformado efectivamente la vida de miles de jóvenes que hoy tienen futuro.
Es así que consideramos necesario marcar una postura, que no es todo lo mismo, que no son todos iguales, y que queremos otro proyecto de Río Negro para los jóvenes y para todos los que confían en que podemos estar mejor, y es por eso que lo apoyamos a usted. Río Negro lo necesita.
De todos modos quiero decirle lo mismo que a Néstor: gracias.
Facundo Villalba Blanco
Encuentro por la Victoria
16 noviembre 2024
Opinion