Ese día los rionegrinos comenzábamos a tener el pleno ejercicio de nuestras facultades para elegir y ser elegidos. La potestad de gobernarnos en forma autónoma se tradujo en el fortalecimiento de la soberanía provincial y en el desplazamiento de los gobiernos designados de forma autoritaria por el ejecutivo nacional.
La primera transformación suscitada fue el cambio de carácter de las funciones de Emilio Berenguer quien hasta entonces se desempeñaba como gobernador del Territorio Nacional de Río Negro.
El 25 de julio asumió su nueva responsabilidad como comisionado Nacional de la Provincia de Río Negro. Apenas un mes después puso en funciones su gabinete y mientras se organizaban las tareas de la joven provincia, el golpe militar del 16 de septiembre derrocó a Juan Domingo Perón.
Al día siguiente asumió como interventor nacional en la provincia de Río Negro el coronel Gualberto Wheeler. El proceso de organización que se desarrollaba quedó trunco hasta el año 1957, momento en el que se facultó a los comisionados federales a convocar al pueblo de las nuevas provincias, para que elijan los convencionales que procederían a dictar sus constituciones.
El comisionado federal Carlos Santiago Ramos Mejía llamó a elecciones, se confirmó a Viedma como capital provincial y las autoridades electas asumieron el 1ro de mayo de 1958. La legislatura se constituyó con 24 legisladores, se eligieron también concejales para los municipios de General Roca, San Carlos de Bariloche, Cipolletti, Allen, Villa Regina, Viedma, Cinco Saltos, Río Colorado, San Antonio Oeste, El Bolsón, Ingeniero Jacobacci y Choele Choel.
La historia provincial se inició en el marco de estos sucesos y, poco a poco, forjamos nuestra identidad territorial para enriquecer plenamente las oportunidades que tiene nuestra provincia de Rio Negro.?
16 noviembre 2024
Opinion