Perón cubrió una etapa de 30 años en la vida política nacional, incorporando desde su gobierno la justicia social y la dignidad del trabajador argentino.
En el año 1950, el hábil político, el estadista más trascendente del siglo, vislumbraba los cambios económicos y sociales que se gestaban en el mundo. Su genio creativo se había anticipado por muchos años a los temas trascendentes que hoy preocupan y dividen a los pueblos del mundo.
Intentó vertebrar con la participación de los gobiernos de Brasil liderado por Getulio Vargas e Ibáñez del Campo en Chile, el ABC, primer acuerdo económico regional de Latinoamérica.
Perón en la década del 50 hablaba de regionalismo, continentalismo y universalismo como forma de convivencia pacífica económica y social y del medio ambiente como real problema de la humanidad.
En su gobierno (1946-1955) Perón inicia la etapa de reivindicación laboral y dignificación social más profunda de la historia argentina.
Estabilidad laboral, jornada de labor, aguinaldo, vacaciones, indemnización, convenciones colectivas de trabajo, salud, educación, viviendas y turismo para todos se instalaron por primera vez en la República Argentina, llegando esos beneficios a los sectores postergados y marginados de la patria.
Hasta Viedma la histórica capital de la Patagonia llegaron los beneficios de su gestión iniciando las obras de colonización del Valle Inferior para incorporar con riego más de 50.000 hectáreas y construyendo un majestuoso hotel de turismo.
Del proyecto de regadío los gobiernos posteriores solamente incorporaron 18.000 hectáreas y el hotel fue convertido en oficinas de la administración pública provincial por los hijos dilectos de la Revolución Libertadora.
Luego se instaló en el país la irracionalidad política, los bombardeos a Plaza de Mayo para asesinar a Perón el 16 de junio de 1955, el golpe de Estado del 16 de septiembre del mismo año y el largo destierro de 18 años por mandato de las fuerzas armadas y la cobarde complicidad de los partidos políticos autotitulados democráticos de la República Argentina.
Fue desalojado del poder el presidente que llevó la participación de los trabajadores en el PBI al 53 por ciento, “quitándole al que tiene mucho para darle al que tiene demasiado poco”. Y demostrando que en la nueva Argentina lo “imposible” era ya posible.
Pero la presión popular se impuso al odio de los políticos y militares y logró su esperado retorno en 1972, asumiendo el 12 de octubre de 1973 la presidencia de la Nación por tercera vez a través del voto soberano del pueblo argentino.
Por eso, este 8 de octubre, La Unidad Básica del Partido Justicialista de Río Negro recuerda a Juan Domingo Perón como estadista, visionario y militante social. Junto a su inolvidable compañera Evita sembraron esperanzas, justicia, solidaridad y trabajo en una argentina renovada y feliz.
Martínez-Colás
16 noviembre 2024
Opinion