Durante estos dos años de trabajo en el Senado Nacional me he encontrado sola en la defensa de nuestra fruticultura. He sido una de las únicas legisladoras que ha presentado iniciativas para dar respuesta a la situación de la fruticultura, pero, lamentablemente, el bloque mayoritario impidió de forma permanente el debate y la aprobación de estas soluciones que aportamos.
Los argentinos nos merecemos un plan antiinflacionario serio y paritarias libres que cuiden el salario real. También necesitamos medidas urgentes para los productores frutícolas primarios, con el fin de evitar la concentración de la producción. Ahora es la hora de avanzar hacia un marco de transparencia comercial y la implementación de aportes no reintegrables hacia los productores primarios, quienes no están en condiciones de tomar créditos por su alto nivel de endeudamiento.
Nuestros productores están a punto de levantar la cosecha y no cuentan con recursos para hacerlo. Todo ello con el recuerdo fresco de los remates de chacras que han sido llevados a cabo por el propio Banco Nación, como ocurrió en octubre con el Sr. Ferroni, de Allen. Tampoco debemos olvidar la Resolución Nº 14.825 del mismo banco, que ha impedido el acceso a varios productores.
Ojalá el Congreso pueda pronto ponerse a trabajar en esta agenda que se ha abandonado hace varios años. Ojalá podamos entre todas las fuerzas políticas construir los consensos necesarios para dar soluciones definitivas y a largo plazo para las economías regionales. En ese camino voy a seguir trabajando. Es mi compromiso.
16 octubre 2024
Opinion