Un adolescente logró la adopción plena por parte de la
pareja de su madre, quien lo crió durante más de 12 años. El joven solicitó
formalmente la adopción debido a la escasa relación con su padre biológico,
quien reside frente a su domicilio pero interactuó con él en solo dos
ocasiones.
Por iniciativa propia, el adolescente investigó sobre el
proceso de adopción por integración. Posteriormente, su padre afín presentó la
solicitud judicial para la adopción y la modificación del apellido del joven,
expresando su deseo de que se formalice “en el plano legal algo que ya sucede
en el plano fáctico desde hace más de 10 años”. Tanto la madre como el padre
biológico prestaron su consentimiento en las audiencias.
Durante la audiencia, el adolescente afirmó que el hombre
que lo crio “es su papá desde que tiene memoria”, reafirmando el vínculo que construyó
desde pequeño con su padre afín. Por su parte, la jueza a cargo del caso
subrayó la relevancia de la identidad en la conformación personal y destacó que
el apellido es un derecho que el adolescente tiene para consolidar su sentido
de pertenencia.
En su fallo, la jueza expresó que “el vínculo entre el
adolescente y su padre afín trasciende el hecho de no compartir material
genético, ya que fue construido poco a poco a lo largo de los años”. La jueza
también resaltó la importancia de otorgar efectos legales a esta relación,
permitiendo además que el adolescente lleve el apellido de quien considera su
verdadero padre.
21 noviembre 2024
Judiciales