A un año del fallecimiento de Marcos Pérez

El jefe comunal de Maquinchao perdió su vida en un accidente en la Ruta 23.

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Hace exactamente un año dirigentes políticos y habitantes de toda la provincia quedaban conmocionados e incrédulos por la noticia que sacudió la tranquilidad de toda la Línea Sur rionegrina, el intendente de Maquinchao y titular del Ente de la Región Sur Marcos Pérez y su amigo Dionisio Duarte, fallecían en un accidente ocurrido en la Ruta Nacional 23 a unos doce kilómetros de Los Menucos, cuando regresaban de participar del acto por la provincialización de Río Negro que se había realizado en la capital rionegrina.

La camioneta en la que viajaban por la Ruta Nacional 23 había impactado contra un viejo Dodge 1500 que al parecer circulaba a baja velocidad y sin luces.

Al día siguiente el sepelio de Pérez y Duarte se realizó en el polideportivo de la localidad que estuvo colmado por vecinos de toda la Línea Sur, familiares, amigos y dirigentes de toda la provincia y de todo signo político. Entre ellos estuvo el gobernador Alberto Weretilneck, integrantes de su gabinete, intendentes, legisladores y concejales.

La comunidad tuvo especial atención en acompañar a las familias de los fallecidos, en el caso de Pérez deja una hija de 10 años, que recibió la contención de su abuela y sus tíos.

Respecto al destino político de la municipalidad de Maquinchao, se debió convocar a elecciones para completar su mandato, una cuestión que por esas cosas de la vida y la política quedó en manos de su prima Silvana Pérez por la UCR dentro de Cambiemos, quien había regresado a la localidad para colaborar con la gestión antes de su pase a JSRN.

Marcos Pérez dejó en Maquinchao un fuerte recuerdo, ya que a pesar de su juventud, fue un intendente comprometido con su localidad y su región, la sensación generalizada cuando se conoció la noticia ya hace un año, era que se fue demasiado joven y con muchos proyectos para concretar. Una ironía que haya encontrado el trágico final en la pavimentada Ruta Nacional 23, obra por la que tanto había luchado y una traza por la que se lo solía ver recorriendo como una liebre patagónica a bordo de su bici de carrera junto a otros ciclistas sureños.

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