En el acto del aniversario de la fundación de Viedma y Patagones el Intendente Pesatti manifestó que “solo un gran viedmense se animó, solo, a ponerse en un lugar opuesto” a la dictadura militar lo que constituye una errónea e injusta afirmación, agravada por provenir de la máxima autoridad de la ciudad. Sin dudas la de Monseñor Hesayne fue por lejos la voz más importante y valiente en contra de las violaciones de derechos humanos durante la dictadura.
Guardo para él un eterno agradecimiento por lo que hizo para salvar la vida de mi hermano Bachi. Pero no estaba solo. Bajo su conducción un grupo reducido de personas comenzamos a reunirnos en el Obispado, casi en la clandestinidad, para ir formando una corriente de opinión que fuera esclareciendo a la sociedad sobre lo que estaba ocurriendo. Recuerdo de esos años 1976/1977 a Edgardo Bagli, María Elena Peralta Urquiaga, Oscar Meylan, entre otros, asumiendo el riesgo al mencionarlos de olvidar el nombre de otros. A instancias de Monseñor Hesayne formamos la Comisión de Justicia y Paz del Obispado y comenzamos a relacionarnos con otras personas de la provincia y del país. Fue la semilla de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos.
Desde allí invitamos a Viedma a Pérez Esquivel, a quien lo fui a buscar a Bahía Blanca en mi automóvil particular, pues por razones de seguridad se decidió que no era conveniente que arribara en forma directa a esta ciudad . Organizamos una charla en el auditorio del Instituto Don Bosco al que concurrieron muchos viedmenses, venciendo el temor que esas actividades generaban.Con un grupo de jóvenes abogados y el acompañamiento de unos pocos mayores asumimos en 1978 la conducción del Colegio de Abogados de Viedma y en 1979, en la conmemoración del 200 aniversario de la ciudad organizamos una reunión nacional de la Federación Argentina de Abogados que permitió la expresión pública de muchas críticas hacia el gobierno militar.
También tiempo después emitimos con la firma de más de treinta abogados una dura declaración de reclamo por el restablecimiento del estado de derecho y el cese de las violaciones a los derechos humanos.Una mirada desde el contexto actual podrá concluir que lo que se hizo no fue muy importante. Cada cual podrá juzgarlo. De lo que no hay dudas es que Monseñor Hesayne no estaba sólo ni fue el único viedmense que se atrevió a plantarse frente al oscuro gobierno de aquellos años.
Fernando Chironi 23-4-2021
16 noviembre 2024
Opinion