La Legislatura trató en primera vuelta el proyecto de ley
para regular las negociaciones colectivas entre la administración pública
provincial y sus empleados. La propuesta fue aprobada por mayoría.
En ese marco, el Frente de Todos acompañó en general pero
este legislador solicitó la incorporación de cambios en el articulado que, por
supuesto, no fueron admitidos.
Estoy profundamente convencido de que la negociación
colectiva es el camino. Pero también creo que construir una ley tan
trascendente necesita de consensos desplegados que excedan la necesidad de dos
o tres actores. Y sin bien el proyecto, en términos conceptuales, es aceptable,
presenta severas inconsistencias que terminan por erosionar su legitimidad y
tergiversar su objetivo funcional.
Es una reivindicación importantísima poder sentarse en
pie de igualdad a negociar todas las condiciones de trabajo, desde el salario y
la licencia, hasta la carrera. Pero resulta inadmisible que el proyecto excluya
de la negociación la cuestión salarial.
¿Cuáles son los cambios que pedí incorporar? El texto
tiene que garantizar el derecho de huelga y la convocatoria a la negociación
debe ser a simple solicitud de las partes y no supeditada a la voluntad del
secretario de Trabajo o del gobierno de la Provincia. Además, los acuerdos que
surjan de la negociación colectiva deben observar y promover la inclusión de
cláusulas en materia de igualdad de oportunidades de género.
Además, al artículo 4 debería garantizar que se incluyan
en la Comisión Paritaria las asociaciones sindicales que posteriormente a la
sanción de la ley obtengan personería gremial. Y en ese sentido, en los casos
en que no existan sindicatos, con personería gremial, a los efectos de la
conformación de paritarias, se tendrá como válida la inscripción simple.
Al margen de que una vez más el oficialismo decidió
ignorar las sugerencias que el Frente de Todos realizó para construir una ley
mejor, no voy a dejar de ser coherente con la firme convicción que la
construcción de derechos para los trabajadores y las trabajadoras es colectiva.
Desde el general Perón hasta Néstor y Cristina, y
parafraseando a la compañera Evita: por procedencia popular y sindical, y
además por convicción personal, estoy profundamente convencido que la
negociación colectiva es el camino.
(*) Legislador del Frente de Todos e integrante del Sindicato de Trabajadores Judiciales Rionegrinos (SITRAJUR)
16 noviembre 2024
Opinion