Damián Torres, abogado de la familia de Gabriel Mandagaray, el joven oficial de la Policía que murió durante un entrenamiento preparatorio para la incorporación al Cuerpo Operativo de Emergencias y Rescate (Coer) en abril de 2021, confirmó que los resultados forenses de la Justicia rionegrina y de la Corte Suprema de la Nación ratifican que el efectivo murió ahogado, por asfixia por sumersión.

Dijo que “además se encontró una hemorragia interna, en la cabeza, que fue lo que se necesitaba estudiar, si había sido causal de muerte, si tenía que ver con el curso, o era una cuestión hereditaria o congénita”. Se determinó que “la hemorragia fue producida de manera traumática por golpes de la cabeza contra el tronco (un pedazo de árbol que debían llevar en el agua en medio del entrenamiento en el mar) y por la aceleración y desaceleración a la que fue expuesto”.

Torres explicó que el joven Mandagaray “ingresó al agua, sosteniendo un tronco y no al no poder regresar, ahí es donde se produjeron esos movimientos, que hace que se desvanezca y muera ahogado”.

Aseguró que las pericias “terminan de confirmar lo que se venía planteando pero es más grave, no es sólo que no sabía nadar y se ahogó, sino que su cuerpo no resistió, por los tres días de estrés del curso en los que prácticamente no comieron, les dieron escasa agua, con pocas horas de sueño, extrema actividad física y este ingreso al agua”.

Consideró que es probable que estos resultados no modifiquen la calificación legal que hasta ahora es homicidio culposo. “Pero sí modifica la escala penal, porque es mucho más grave de lo que pensábamos”, sostuvo.

Torres reconoció que “la formación del Coer lleva un entrenamiento más exigente que el normal porque el agente tiene que estar formado para situaciones más extremas en las que tiene que participar, ahora esto fue un exceso”.

En cursos previos “ciertos horarios se respetaban, la alimentación mínima se respetaba. La ausencia del control que hubo en este curso también fue algo que dentro de la policía nunca se ha efectuado. Este curso fue aprobado en 2021, con pandemia, los demás cursos se hicieron en otros lugares, nunca en mar abierto y no con este grado de rigurosidad que fue muy excesivo”.

En cuanto al proceso judicial afirmó que “lo que queda ahora es la reformulación de cargos para informar a los imputados y defensores. Una vez reformulados los cargos la idea es que en un plazo mínimo se pueda iniciar el control de acusación antes de fin de año para que el año que viene sea el juicio”.