Por Gastón Renda (*)
“Se atenta contra el trabajo
formal, pero fundamentalmente contra la dignidad, la esperanza y la expectativa
de vecinos, comerciantes, trabajadores y empresas”. Como Secretario de
Desarrollo Territorial, Hábitat y Obras Públicas de Viedma, es mi deber informar
a los vecinos, que significan para nuestra ciudad capital, los recientes
anuncios concernientes a la paralización de la obra pública a nivel nacional.
2100 millones de pesos, es el monto que
totaliza la obra pública que Viedma tiene licitada y próxima a iniciar con
financiamiento gestionado por la municipalidad, ante diversos organismos
nacionales y provinciales.
Ocho son las obras, que sumadas a las
previstas ejecutar con presupuesto municipal, representan una oportunidad
significativa para asegurar empleo pleno en el sector de la construcción para
todo el año 2024.
Los comentarios y
discusiones en torno a la detención de la obra pública, son motivo de
preocupación en toda la comunidad. Al decir de funcionarios vinculados a la
nueva gestión nacional, “el que las obras esten licitadas, no garantizan su
inicio y/o ejecución”, dado que se dejó abierta la posibilidad de volver a
licitarlas bajo nuevas condiciones, es una cuestión no menor a la hora de
encontrar un rumbo y seguridad jurídica, términos que la ciudadanía reclamó con
su sufragio en las últimas elecciones.
Viedma merece un futuro próspero, por el que venimos trabajando con el intendente Pedro Pesatti hace cuatro años y estamos firmemente comprometidos, junto a Juan Ignacio Zaragoza, que es quien me sucederá en el cargo el próximo 10 de diciembre, en garantizar el trabajo, el esfuerzo, las gestiones y la capacidad de adaptación necesaria para que los proyectos y obras continúen avanzando, cumpliendo con las expectativas y necesidades de todos los vecinos.
16 noviembre 2024
Opinion