Escandalosa. Así fue la salida del secretario general de APEL, Gustavo Morón. Una vez más el gremio de los legislativos se ve sacudido por los manejos de su conducción que difieren de la razón de ser de una organización sindical.

Morón fue suspendido por el término de 45 días por parte de la comisión directiva. El motivo fue porque supuestamente se valió de su cargo sindical para promover la contratación de su pareja en el Poder Legislativo.

“Ha ido tomando decisiones inconsultas, solo, sin importarle la posición de la mayoría de la Comisión Directiva del sindicato, entre ellas la contratación de su novia”, dijo Mónica Fresco, la secretaria adjunta de la entidad gremial, que ahora quedó al frente.

Fresco confirmó que luego de que Morón no quisiera aceptar la suspensión, finalmente optó por hacerlo y “ahora estamos a la espera que en el plazo de cinco días nos presente un descargo”.

Por su parte, la prosecretaria de Finanzas de APEL, Verónica Chirinos consignó que “acá no hay un problema de números, en ese sentido ha sido transparente, pero lo que decimos es que Gustavo (Morón) ha tenido conductas con las que nosotros no estamos de acuerdo. Como dijimos durante la campaña no estamos de acuerdo con modos patoteriles, agresivos y de conducción inconsulta; todas conductas que él tuvo posterior al ingreso de su novia hicieron que en el conjunto le dijéramos: ‘te suspendemos’, porque iba in crescendo cada día más este tipo de conductas”.

“Su manera de defensa es ensuciar o faltar a la verdad: nosotros nos enteramos que él había incorporado a su novia con puntos de la Secretaría Administrativa y en vez de pedir disculpas nunca entendió la gravedad que nosotros le veíamos a ese hecho”, señaló.

Agregó Chirinos que “esto que hizo ahora de incorporar a su novia ya lo había querido hacer a fines del año pasado y desistió cuando alguien de la Comisión Directiva se lo cuestionó”.