Un adolescente de Cipolletti, de 16 años, consiguió
modificar su apellido tras un fallo judicial que le permitió suprimir el
apellido paterno y adoptar el materno. El joven argumentó que no se siente
identificado con su apellido biológico, ya que nunca tuvo contacto con su
padre, y que desde los 13 años utiliza el apellido de su madre en redes
sociales.
La sentencia, emitida por el fuero de Familia, se basó en la
solicitud del adolescente, quien manifestó el deseo de reflejar en su
documentación oficial el apellido que utiliza en su vida cotidiana. El joven
declaró que su padre nunca asumió responsabilidades en su crianza, y que su
madre fue la única figura parental en su vida, encargándose de su cuidado
integral.
El joven también expuso que tener que usar el apellido
paterno en trámites legales le generaba incomodidad y malestar. Los informes de
su escuela confirmaron que expresó en varias ocasiones su preferencia por el
apellido materno, aunque su documentación oficial seguía registrando el
apellido del progenitor.
Diversos informes presentados ante el tribunal, incluyendo
uno del Juzgado Electoral Provincial y un dictamen de la Asesora Legal del
Registro Civil de Río Negro, respaldaron la solicitud del joven, considerando
que no existían impedimentos legales para el cambio de apellido. El Equipo
Técnico Interdisciplinario (ETI) también brindó un informe psicológico que
avalaba la petición del adolescente.
La Defensora de Menores destacó la importancia de respetar
el deseo del joven y su derecho a la identidad, en consonancia con la
Convención sobre los Derechos del Niño. El fallo, basado en el artículo 69 del
Código Civil y Comercial de la Nación, subrayó que el nombre es un derecho
personalísimo protegido por normas internacionales, lo que permitió que el
adolescente pueda construir su identidad de manera genuina.
20 diciembre 2024
Judiciales