Un hombre de 37 años fue condenado a once años de prisión
efectiva por tentativa de femicidio, coacción y amenazas contra su expareja, en
un caso que se desarrolló en el marco de violencia de género. La sentencia fue
dictada el 6 de noviembre de 2024 en Cipolletti, tras una audiencia en la que
se homologó el acuerdo alcanzado entre el Ministerio Público Fiscal, la defensa
y la querella.
El juicio se centró en tres incidentes de violencia
ocurridos en distintas fechas, pero el hecho más grave tuvo lugar el 31 de enero
de 2024, en la ciudad de Cinco Saltos. En este episodio, el acusado interceptó
a la víctima en la entrada de la casa de su nueva pareja, la empujó hacia el
patio delantero, la golpeó y, en un intento de asesinato, trató de herirla con
un cuchillo en el abdomen. Este acto fue calificado por el tribunal como un intento
de femicidio frustrado.
La fiscalía presentó pruebas y testimonios que demostraron
un patrón de violencia de género en la relación entre ambos. Según las
declaraciones de la víctima y de testigos, el acusado mantuvo un comportamiento
controlador y manipulador durante todo el vínculo, ejerciendo amenazas de forma
constante. En el juicio, se presentaron además mensajes de texto enviados por
el agresor, en los que se evidenciaba su intento de intimidar a la víctima, así
como su control sobre sus relaciones personales.
El tribunal también encontró al acusado culpable de coacción
simple y amenazas, tras constatar que intentó forzar a su expareja a abandonar
su nueva relación, incluso mientras él se encontraba hospitalizado. En uno de
los mensajes enviados el 4 de febrero de 2024, el hombre amenazó explícitamente
con hacerle daño al actual compañero de la víctima, una maniobra que la
fiscalía calificó como un intento de someterla y obligarla a retomar la relación
bajo amenaza de violencia.
La sentencia de condena fue determinada mediante un acuerdo
en la etapa de cesura de la pena, teniendo en cuenta los máximos y mínimos
previstos para los delitos cometidos. La fiscalía y la querella subrayaron la
gravedad de los hechos en el contexto de violencia de género, mientras que la
defensa, al aceptar el acuerdo, expresó su reserva de recurrir la sentencia,
manteniendo la posición de inocencia del acusado respecto de algunos cargos.
Este fallo refleja la seriedad con que el sistema judicial
abordó la violencia de género, tomando en cuenta la relación desigual de poder
entre las partes y el contexto de abuso en que se desarrollaron los hechos. La
condena resalta la importancia de visibilizar y sancionar los actos de
violencia hacia las mujeres y reafirma el compromiso de la justicia con la
protección de los derechos de las víctimas.
10 diciembre 2024
Judiciales