La crisis en la empresa ALPAT se profundiza y mantiene en vilo a 490 trabajadores. La compañía, dedicada a la producción de carbonato de sodio, presentó un proceso preventivo de crisis en medio de un conflicto que incluye atrasos salariales, parálisis parcial de la planta y falta de garantías sobre la continuidad de los puestos laborales. Desde el gremio de químicos y petroquímicos, liderado por Ariel Castillo, advierten que la situación es insostenible y reclaman intervención estatal para evitar despidos y asegurar el futuro de la producción.
La raíz del problema, según explicó Castillo, radica en la apertura de importaciones, que permitió el ingreso de productos a precios más bajos desde China e India. Esto ha generado una fuerte competencia que pone en jaque a la industria nacional. “Nosotros vendemos la tonelada a 350 dólares, mientras que los productos importados llegan a 200 o 250 dólares. Sin una regulación que proteja la producción local, la empresa se encuentra en una situación crítica”, señaló el dirigente sindical.
Además del impacto del mercado externo, el sindicato denuncia atrasos en el pago de salarios y dificultades recurrentes desde el año pasado. La falta de liquidez de la empresa llevó a que los sueldos se abonaran con demoras y de manera fraccionada, afectando tanto a empleados bajo convenio como a quienes están fuera de él. En este contexto, el gremio realizó medidas de fuerza el pasado 11 de marzo, lo que desembocó en un lockout patronal y la posterior presentación del proceso preventivo de crisis.
Desde la Secretaría de Trabajo de Río Negro, la titular María Marta Avilez confirmó que el organismo ha intervenido en el conflicto y dictado dos conciliaciones obligatorias para frenar las medidas de fuerza y generar instancias de negociación. “Nuestra prioridad es que se mantengan las fuentes de empleo y que la empresa pueda recuperar su actividad productiva”, afirmó la funcionaria en diálogo con FM Signos. También destacó que se logró cancelar los salarios adeudados, lo que trajo cierto alivio momentáneo.
El gremio, por su parte, sostiene que la empresa aún no ofrece garantías sobre su estabilidad financiera ni sobre el pago de sueldos a futuro. Mientras tanto, la producción sigue paralizada en gran parte, con apenas una guardia mínima operativa. Castillo advirtió que sin una regulación que garantice la compra de al menos el 50% de la producción nacional, la situación no se resolverá. “Necesitamos el respaldo de los legisladores para que esto llegue al Congreso. Si no se toman medidas, el futuro de ALPAT y de los trabajadores es incierto”, concluyó.
Las negociaciones continúan y la próxima audiencia en la Delegación de Trabajo será clave para definir los pasos a seguir. Mientras tanto, la incertidumbre persiste entre los empleados, que temen por su estabilidad laboral en un contexto de crisis que afecta no solo a la empresa, sino a toda la comunidad de San Antonio Oeste y la región.
10 marzo 2025
Gremiales