Río Negro, Chubut y Neuquén acordaron reactivar con recursos propios la ampliación del Gasoducto Cordillerano, una obra considerada estratégica para la región que permitirá conectar a más de 15.000 nuevas viviendas al servicio de gas natural. La inversión total asciende a 20 mil millones de pesos, que serán aportados en partes iguales por las tres provincias.

El entendimiento se logró a partir de un acuerdo con la empresa Camuzzi, que contempla la instalación de dos plantas compresoras que estuvieron inactivas durante seis años. Estos equipos serán trasladados a Gobernador Costa y Alto Río Senguer, lo que permitirá mejorar la presión y capacidad del sistema actual.

El acta de inicio de obra fue firmada en conjunto por los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro), Ignacio Torres (Chubut) y Rolando Figueroa (Neuquén). Durante el encuentro, destacaron el valor del trabajo coordinado entre provincias para avanzar con una infraestructura postergada, sin depender del financiamiento nacional.

Weretilneck remarcó que este tipo de obras son fundamentales ante el crecimiento sostenido de las ciudades cordilleranas, donde la demanda de servicios básicos sigue en aumento. Indicó además que “la Patagonia es el motor energético de la Argentina”, al concentrar la mayor parte de la producción de gas, petróleo, energía hidroeléctrica y eólica del país.

El mandatario rionegrino agradeció especialmente a sus pares por haber facilitado el financiamiento inicial a través de los bancos provinciales, y recordó que Río Negro perdió su entidad financiera propia en la crisis de 1995. En ese sentido, valoró el gesto como una muestra de solidaridad interprovincial y un modelo de cooperación regional.

La obra ya presenta un avance superior al 80%, y se prevé su conexión con el gasoducto San Martín durante agosto. En el caso de Río Negro, beneficiará a localidades con alta demanda insatisfecha como San Carlos de Bariloche, El Bolsón, Ñorquinco, Comallo, Ingeniero Jacobacci y Pilcaniyeu.

Desde Chubut, el gobernador Torres sostuvo que “no estamos anunciando algo que se hará, sino celebrando resultados concretos”, en referencia al grado de avance actual. Añadió que las provincias decidieron actuar en conjunto ante la falta de respuestas por parte del gobierno nacional.

En la misma línea, Figueroa consideró que esta obra representa “una reivindicación histórica”, al garantizar que el gas producido en la región llegue a las y los habitantes de la propia Patagonia. Además, llamó a sostener la unidad política entre las provincias del sur para que los recursos generados localmente se traduzcan en obras y mejoras concretas.

El relanzamiento del Gasoducto Cordillerano con financiamiento provincial marca un punto de inflexión en la estrategia de infraestructura energética de la región, y consolida una dinámica de cooperación entre provincias patagónicas ante obras paralizadas o demoradas a nivel nacional.