Invierno con altibajos en Río Negro, según informe de CAME

La falta de nieve, el clima inestable y la baja del poder adquisitivo afectaron la ocupación turística en la provincia

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De acuerdo con un informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el movimiento turístico en Río Negro durante las vacaciones de invierno 2025 mostró un desempeño dispar, condicionado por factores climáticos y económicos. Si bien la provincia logró mantenerse entre los destinos más elegidos del país, los niveles de ocupación fueron inferiores a los registrados en temporadas anteriores.

Según CAME, Bariloche alcanzó una ocupación del 70% en la primera quincena de julio, que subió al 80% en la segunda. Las Grutas se ubicó en el 30% al comienzo del receso, y mejoró al 40% en la segunda mitad del mes. El Bolsón registró entre 20% y 30% de ocupación, mientras que en el Valle rionegrino se mantuvo un promedio del 40%.

En Bariloche, la temporada comenzó con expectativas moderadas, que fueron repuntando gracias a la campaña promocional “Bariloche Sale”, una estrategia que, según el informe de CAME, incluyó descuentos, precios congelados y beneficios en servicios turísticos. Sin embargo, la falta de nieve suficiente en el Cerro Catedral afectó el desarrollo normal de las actividades de montaña, provocando cancelaciones, aunque algunas pistas pudieron mantenerse operativas gracias al uso de nieve artificial.

El turismo estudiantil cumplió un rol importante para sostener el movimiento turístico en la ciudad andina. Según datos del mismo informe, más de 140.000 egresados llegaron durante la temporada invernal, compensando parcialmente la caída en el turismo familiar y en visitantes internacionales.

En Las Grutas, donde el turismo de invierno no suele ser masivo, el relevamiento de CAME indica que el gasto promedio diario por familia tipo fue de aproximadamente $220.000, reflejando una presencia de sectores con mayor poder adquisitivo. El informe señala que el clima más frío y húmedo de lo habitual hizo que las zonas de playa quedaran relegadas frente a otras opciones como la montaña, las aguas termales o el turismo rural.

A nivel nacional, el estudio de CAME determinó que viajaron 4,3 millones de personas, un 10,9% menos que en 2024, con un impacto económico de $1,5 billones (unos US$1.163 millones). La estadía media se redujo de 4,1 a 3,9 días, mientras que el gasto promedio diario por persona fue de $89.236, un 4,8% superior al año pasado en términos reales.

El informe también destaca que el turismo interno se vio afectado por la caída del poder adquisitivo, la pérdida de competitividad cambiaria y una creciente tendencia a viajar fuera del país. Según CAME, la figura del “viajero de último momento” se consolidó en esta temporada, con decisiones de viaje tomadas con poca anticipación, en función de las promociones disponibles y el clima.

Río Negro, con sus tradicionales destinos de invierno, logró mantenerse en el mapa turístico nacional, aunque sin alcanzar sus registros históricos. El panorama trazado por CAME revela la necesidad de adaptar las estrategias del sector a un contexto cada vez más complejo y cambiante.

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