“Ya esto es una cosa cotidiana par nosotros, no sólo para mí, sino para todos los vecinos del barrio Lavalle con la constante situación que se vive. Todos los días acá asaltan proveedores, les roban a los vecinos y un sinfín de cosas que vivimos todos los días. Pareciera que las autoridades que se fueron, que nunca nos dieron pelota y los que llegan, generan una expectativa de cambio, pero hasta ahora nada”, refirió Gonzalo Lamas, dueño de Quillakas.
“En lo que va de estos cuatro años, ya compre cinco controladores fiscales. Las últimas registradoras todavía no las pague. Es una situación muy lamentable”, refirió el empresario afectado por el saqueo.
Respecto a la policía dijo que antes había un destacamento en el barrio y hoy hay una subcomisaria, pero en materia de estructura sigue siendo lo mismo. “Son cuatro o cinco personas por turno, sin móviles, sin elementos, muchas veces piden orden para actuar y las ordenes nunca llegan. Es muy triste para las personas que viven en el barrio Lavalle”, refirió.
El comerciante, contó indignado que “así como yo, sufren los vecinos, la gente que viene a vender y lamentablemente tenemos que seguir viviendo, por eso tenemos que venir y pareciera que las autoridades no se dan por enterados”, refirió Gonzalo Lamas.
Lamas explicó que para el 24 de diciembre la policía les había advertido sobre la posibilidad de un saqueo y en esa fecha colocaron tres agentes adicionales. A parte de pagar a los empleados tenemos que pagar un adicional de policía para medianamente estar seguros. Ese día pagamos tres adicionales y no hubo movimientos raros”.
En cuanto al robo de ayer, dijo que fue de improvisto. “Fueron tres o cuatro minutos como máximo. “Lo primero que agarraron fueron las bebidas alcohólicas y las cajas registradoras y la mayoría eran menores de edad”, puntualizó.
Sobre las grabaciones del saqueo, dijo las cámaras todavía no están instaladas porque hace poco tiempo se traslado desde otro punto del barrio al lugar donde ayer acontecieron los hechos delictivos. “Quienes trabajan con la seguridad en Viedma están desbordados, no dan abasto colocando alarmas y cámaras, por eso esperaba mi turno para que vengan a instalarme los equipos”.
Respecto a las pérdidas generadas en el robo de ayer, contó que en las tres cajas registradoras la suma es de 15 mil pesos. “Cada controlador fiscal está alrededor de 4 o 5 mil pesos. Después se llevaron sidras y carne. Mercadería común como arroz y fideos no robaron. Fue un robo común, no vengamos con que el hambre, se llevaron bebidas y dinero de la caja registradora”, detalló.
“Hay una realidad que nadie se da por enterado. No somos sólo los comerciantes, el vecino común vive abusos todos los días, es cotidiano que le roben la bicicleta, le pinten la pared, le escupan. Nadie puede denunciar nada, porque después toman venganza y rompen las cosas. Los proveedores no pueden entrar, a diario hay un asalto en el barrio Lavalle”, refirió y agregó que a su competencia, el día de su inauguración lo asaltaron y en el año lleva cuatro robos con armas.
“En el barrio Lavalle tenemos que volver a empezar todos los días y así como me paso a mi les pasa a todos. No llegamos a ser ni siquiera seres humanos porque estamos totalmente abandonados, no llegamos a ser ciudadanos de tercera, es importante de la ruta para allá, de ahí para acá no importa”, reflexionó.
FUENTE: El Delitómero/FM de la Costa
20 diciembre 2024
Judiciales