“A poco de cumplirse tres años de la muerte de mi papá no sabemos nada. La Justicia no nos da respuestas pero a pesar de que él ya no está, vamos a seguir luchando para saber quién puso la bomba”, comentó Mariana Maciel, una de sus hijas.
La familia explicó que desde que ocurrió el hecho ninguna autoridad del gobierno se acercó a ellos y que tampoco les han brindado apoyo. “Nos sentimos muy solos”, explicó la mujer.
A principio de octubre del año pasado solicitaron al Juzgado Federal de Roca que se informaran los avances de la investigación en el último tiempo pero hasta ayer no hubo, por parte de la Justicia, respuesta alguna.
“Existe una línea de investigación que vincula al crimen de José Aigo (policía asesinado en Junín de los Andes, Neuquén, por terroristas chilenos que se encuentran prófugos) y la muerte de Maciel. Sospechamos que habrían sido las mismas personas las que participaron en ambos hechos, pero no hay nada más”, afirmó Alejandro de la Cruz Bustamante, abogado de la familia.
Ante la necesidad de respuesta también enviaron una carta a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kichner, con la esperanza de ser recibidos por ella.
Para concluir, una de las hijas de la víctima enfatizó: “Tenemos un gran dolor y bronca. Estamos indignados porque mi papá murió en su lugar de trabajo, donde debía tener seguridad. Queremos que nos den una respuesta porque él entregó su vida trabajando”.
 
El hecho
José Maciel murió la madrugada del 13 de junio de 2010. El hombre encontró frente a la escuela de cadetes, ubicada sobre calle Fernández Oro casi Sáenz Peña, un extraño artefacto. Al moverlo, éste se activó y explotó.

FUENTE: La Mañana de Cipolletti