Nunca hubo detenidos por esta agresión, aunque se presume que fue por una pelea de barras. La policía se enteró de la presencia del muchacho en el lugar a las 6:30 horas de ese día mediante un llamado telefónico.
Los primeros efectivos policiales en llegar al sitio creyeron que el joven se encontraba inconciente debido a un estado de ebriedad, pero inmediatamente le observaron golpes en su rostro, por lo que se decidió el trasladado al Hospital Artemides Zatti de Viedma para realizarle los primeros estudios.
Los médicos policiales dieron a conocer que el sujeto poseía un traumatismo grave de cráneo, por lo cual se iniciaron actuaciones bajo la carátula “Averiguación de causales de lesión”.
La abuela de la víctima, Inés Albornoz, dijo en junio de 2011 que “los médicos (del hospital de Patagones) deben tomar conciencia porque lo tienen abandonado en el hospital, no tiene kinesióloga, no tiene fonoaudiólogo para que le saquen la sonda y una kinesióloga motora. Necesito que los médicos tomen conciencia y que hagan un equipo acá o que lo deriven a un instituto de rehabilitación del lisiado”.
La mujer sostuvo que “no tiene nada de atención, estoy pidiendo que le pongan médicos que lo rehabiliten y no, tiene los médicos que le controlan la fiebre y demás cuestiones”.
“El año pasado comenté que iba a hacer todo lo posible por llevarlo a un lugar especial de rehabilitación. Les pedí que hagan el trámite ellos para no pasar por sobre ellos, pero lo enviaron a terapia nuevamente porque bajo de peso”, comentó.
9 mayo 2024
Judiciales