“Subrayamos la utilización del diálogo como única forma de desarticular el motín. Los internos se organizaron y confeccionaron un petitorio con sus reclamos. Ellos definieron liberar al celador, incluso antes de obtener un compromiso de respuestas. No hubo represión bajo el mando del civil Valdéz”, destacó a ANB Natalia Araya, representante legal del Observatorio de Derechos Humanos, quien junto a integrantes de la Pastoral Penitenciaria, medió en el motín de este domingo.

En el desarrollo del conflicto, no hubo heridos ni daños materiales. Tampoco fue necesaria la intervención del grupo COER ni de efectivos policiales. En la negociación sólo participó Valdéz, acompañado por un oficial.

Antes de liberar al celador, los presos leyeron el petitorio en el que exigieron que los traslados a otras localidades se realicen con aviso previo, y que se resguarde la integridad física de los detenidos. También denunciaron presuntas irregularidades como la revisión “vejatoria” que se les practicaría a los visitantes.

Por otra parte, reclamaron mejores condiciones en la alimentación ya que en algunos casos se habrían detectado víveres en mal estado.

Mientras se esperaba la presencia de las autoridades penitenciarias para encontrar una solución a estos planteos, los denunciantes solicitaron que un oficial -de apellido ValdeBenito- que presta servicios en el Penal sea removido de su cargo actual, ante el alto nivel de conflictividad que mantendría con quienes se encuentran recluidos.

Valdés se comprometió a atender los reclamos: desplazar al oficial señalado por los internos, fiscalizar los alimentos y evitar traslados, entre otros puntos consignados en el petitorio.

El conflicto en el Penal de Bariloche de este domingo, se suma a recientes episodios de fuga en las localidades rionegrinas de Viedma y Roca. Esos hechos, derivaron en la renuncia en pleno de los principales funcionarios de la cartera provincial de Seguridad, y la reestructuración del área. (ANB)