Convendría acotar que al incorporar el vocablo “murciégalo” se le haría justicia pues así se debería pronunciar y no “murciélago” como ahora es castizo decir.
La palabra que define a éste pequeño mamífero está tomada del antiguo “murciégalo” que proviene del latín mus-muris: ratón y laecis: ciego. O sea que se volvería a establecer su grafía correcta, pues “murciélago “como ahora decimos y escribimos es una corrupción.
Con respecto al término “albóndiga” proviene del árabe “albúnduga” que significa “bola de carne picada y guisada”.
Al ser esta última palabra “almóndiga” muy cuestionada en la web, el propio director de la Real Academia expresó que hay cuestiones mucho más importantes que la palabra “almóndiga”.
Yo creo que si bien el Diccionario recoge las palabras del habla vulgar en el caso de “almóndiga” se perdería la procedencia árabe de la misma.
Pero también considero que la lengua es dinámica y los diccionarios deben adaptarse en ese sentido, lo cual indica que el idioma español está vivo.
Jorge Castañeda
Valcheta
16 noviembre 2024
Opinion