Decíamos en esa nota que ¨el uso de la chequera¨ es clave en este proceso ya que el mismo se basa en el aprovechamiento de una excesiva disponibilidad de recursos por parte del Gobierno Nacional, en contraposición con los pobres presupuestos provinciales.
Uno podría pensar en este punto que, a diferencia de la Nación que hace muy bien sus deberes, las provincias han malgastado sus recursos y es esto lo que las ha puesto en esta situación de quebranto.
Si bien es una hipótesis que tiene tantas respuestas como estados provinciales hay, podemos considerar algunos puntos en común: En el año 1994 y como paliativo a la grave crisis económica que se abatía sobre las arcas nacionales, se redujo el porcentaje de coparticipación que llegaba a las provincias. De esta forma las provincias ¨colaboraron¨ con La Nación ayudando a enfrentar esa crisis. La Nación nunca compensó a las provincias con ningún tipo de interés, por el ¨préstamo¨ que éstas le hicieron.
Veinte años más tarde y ya superada la crisis que le dio origen, nos encontramos que la Nación aún incumple la ley 23548 que reza que “…El monto a distribuir a las provincias, no podrá ser inferior al treinta y cuatro por ciento (34%) de la recaudación de los recursos tributarios nacionales”. En los últimos años ese monto osciló entre el 23% y el 29%.
En un informe realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal se consigna que “En el periodo 2003?2013 las resignaciones de fondos provinciales llegaron a los $457 mil millones medidos a valores corrientes de cada año”.
En lo que hace a nuestra provincia, esa cifra alcanza a los 11.097 millones de pesos.
Pero lo que hace más paradójica aún la situación es que Río Negro arrastra un stock de deuda del orden de los 5000 millones de pesos, con la Nación y con otros organismos de crédito, que se ve reflejado desde hace varios años en el presupuesto provincial. Nuestra provincia abona intereses por esa deuda (más de 100 millones en 2014). En muchos casos, son estos intereses financieros los que desequilibran el presupuesto provincial convirtiéndolo en deficitario.
Es claro que este déficit no hace más que alimentar una rueda perversa que dificulta el desarrollo de las economías provinciales y el pleno ejercicio del federalismo tantas veces declamado y pocas veces ejercido.
El gobernador Weretilneck ha logrado en estos 3 años de gobierno poner un freno a esta metodología arbitraria, logrando por primera vez en mucho tiempo, la concreción de un ejercicio superavitario (2014) y la planificación de un presupuesto que no contempla ningún tipo de endeudamiento para 2015.
Esto que aparece en principio como un tema meramente técnico, se traduce en palabras comunes como una enorme independencia para nuestra provincia. Independencia de criterio. Autonomía de decisión. Libertad de pensamiento. Todo eso es lo que se pretende en JUNTOS SOMOS RIO NEGRO. Un movimiento de neto corte provincial que defiende los intereses de nuestra provincia y se integra armónicamente a nuestra Nación de pie, sin arrodillarse ante nadie y con la frente en alto.
Si bien hoy hay voces que pretenden confundir diciendo que éste es un pensamiento que nos aísla de la Nación, desde JUNTOS estamos convencidos de que las ¨relaciones carnales¨ nunca llevaron a buen puerto y que la integración no es tal, si lograrla implica resignar nuestros intereses.
16 noviembre 2024
Opinion