Un informe difundido por el Día de la Seguridad Vial, explicó que la mayoría de las muertes en hechos de tránsito se deben al exceso de velocidad y al consumo de alcohol y drogas.
En la actualidad, se permiten 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, lo cual en muchas ocasiones lleva a confusiones o incluso a especulaciones en cuanto a los límites antes de subir al auto.
Uno de los preceptos para ahondar en la problemática es que la mínima cantidad de alcohol que uno consuma, ya impacta en el sistema nervioso y modifica directamente el comportamiento y los reflejos. Por ello, considero de suma importancia llevar a cero el índice permitido.
Conducir en estado de ebriedad condena no sólo a los conductores y a las víctimas -a quienes se les arrebatan sus vidas-, sino que se extiende también al dolor injustificado de las familias. Hablamos nada menos que de muertes sin sentido, muertes evitables.
En Bariloche, hace ocho años un accidente de tránsito por causa del alcohol se cobró la vida de cuatro jóvenes, Eduardo Mansilla, Laura González, María Ester y Marina Betancourt. Desde ese entonces en la ciudad se institucionalizó la noche sin alcohol, que se realiza todos los 6 de septiembre, con el fin de visibilizar y generar conciencia sobre esta problemática.
La presencia del Estado junto a la plena participación de la comunidad, con compromiso ciudadano y mayor grado de responsabilidad, son fundamentales para poder avanzar hacia una sociedad que conduzca vehículos sin los efectos del alcohol y que ponga fin a las muertes ocasionadas por dicha causa.
Senadora Silvina García Larraburu
16 noviembre 2024
Opinion