- ¿Sabías que Jorge
era descendiente del último granadero de San Martín?
Sabedora de
mi gusto por la Historia,
Nenona Cuestas, excelsa música viedmense, destacada por la Municipalidad de
Viedma, entre otras, como “Mujeres Trabajadoras del Arte”y querida amiga, me
hizo llegar un valiosísimo material bibliográfico y antecedentes sobre este
Prócer olvidado por la historiografía, sobre el cual intentaré compendiar algunos
apuntes de su apasionante vida como así también el fenomenal aporte que hiciera
a la Independencia de nuestro país y alde la Patria Grande.
El
dato destacable es que nuestro personaje es antepasado del Dr. Jorge Félix Frías,
su esposo ya fallecido, quien fuera un respetado vecino, destacado abogado,
importante dirigente político peronista. Padeció la cárcel cuando la última
dictadura derrocó al Gobernador constitucional Mario Franco, gobierno del cual
fue Ministro, Concejal de la ciudad de Viedma,honrado hombre de bien de
intachable moral y un querido amigo. Seguramente el dato es desconocido por la
mayoría de la gente. En mi caso, por ejemplo, Jorge nunca me lo había contado.
-Jorge
era un hombre sencillo, de costumbres austeras, lo explica Nenona y agrega:
-No
era amigo de homenajes. Ejemplo de ello es que nunca propició ninguno para su
abuelo el ingeniero Eliseo Schieroni.
Este pionero educador, personalidad de destacada
actuación como profesional en todo el país, se radicó en Viedma en 1895 y fue quien
en 1917 fundara y dirigiera hasta su muerte la primera Escuela Normal de la
Patagonia con sede en Viedma. La que formó maestras y maestros que tuvieron la
esforzada y patriótica tarea de educar en clave celeste y blanco en la soledad
y la inmensidad de la Patagonia tan poco argentina de aquellos años.
Pocos saben que Jorge
Frías era nieto de Schieroni y menos aún descendiente de Eustoquio Frías, el
último guerrero de la generación fundante de la independencia de la patria y de
la América del Sur..
-“¿Y, no me acompañas?”Le
dijo el cadete de artillería Antepara al niño Eustoquioque estaba en el atrio
de la catedral viendo desfilar a las tropas que marchaban a la batalla. El
ejército español a las órdenes del gral. Tristán, había invadido la provincia
de Tucumán.Sin dudarlo siguió al cadete, con el que había hecho amistad, al
campo de batalla donde alcanzaba agua a los artilleros en un balde de suela.
Esto le costó una buena reprimenda de su madre.
Sus
padres, Pedro José Frías Castellanosy doña Loreto Sanchez Peón, habían dado a
luz a su primer hijo:Eustoquio un 20 de septiembre de 1801 en Cachi, Salta.
Ambos fueron destacados patriotas. Su padre perdióuna pierna en la batalla de
Tucumán y su madre pertenecía a una valiente red de mujeres que espiaban las
actividades de los realistas e
informaban a los patriotas,ayudadas por sus hijos pequeños, entre quienes
estaría Eustoquio, seguramente.
-“Porque éste ha de estar poco tiempo a nuestro lado.
¿No ves sus inclinaciones a ser militar? Cuando sepa ponerse los pantalones,
ten seguro que nos abandonará”. Le contestó la madre ante las reiteradas
preguntas del padre de por qué lo consentía más que a sus otros hermanos.
Para
complacer a la madre de separarlo del contacto con los militares porque en
Salta permanecían cuerpos de Línea, su padre resolvió mandarlo a San Juan a
vivir con un tío.Lamentablemente para los padres de poco sirvió el alejamiento.
Allí tuvo noticias que en Mendoza se estaba organizando el Ejército de los
Andes a las órdenes del General Dn. José de San Martín.
-“Se
puso de acuerdo con otros tres amigos a quienes también les agradaba la idea y
se combinaron el marchar a Mendoza a presentarse como voluntarios. Sus
compañeros eran un joven Aguilar, un Argello y Sapata el que les proporcionó
los caballos y convinieron que el primer día de fiesta saldrían como de paseo y
se dirigirían a Mendoza”.
Eso sucedió el 9 de marzo de 1816. Al día siguiente
llegaron a Mendoza y el 11 se presentó en el cuartel que se encontraba en el
paraje de El Plumerillo. Eligió ese cuerpo porque conocía a varios oficiales
que habían visitado a sus heroicos padres en Tucumán, pero no los encontró. Por
otra parte, ninguno de los comandantes de compañía lo quiso incorporar porque,
pese a que era alto estaba muy delgado. Quiso la suerte que apareciera el
Capitán con grado de Mayor D. Mariano Necochea que lo conocía de Tucumán y era
amigo de su padre. Quien al verlo se sorprendió y le preguntó qué hacía en el
cuartel
Eustoquio
le respondió que:
-
“Había venido a presentarse para ser soldado y que no lo admitían por ser muy
muchacho y muy flaco”.
Necochea
lo hizo dar de alta en su compañía que era la primera del primer escuadrón,
ordenando al Sargento Larca que comenzara con su instrucción al día siguiente.
Viendo el Sgto. queestaba perfectamente instruido a los ocho o diez días lo
llevó ante el Mayor Melián y le dijo:
-“Aquí traigo al recluta que se me confió para que enseñare. Puedo
asegurar al señor mayor que es más soldado que yo…así es que nada tengo que enseñarle”.
Al decir que creía que era “desertor de algún cuerpo de los de Güemes”, el
mayor le contestó:
-“Conozco
mucho a sus padres y lo conozco a él, tengo la seguridad
que nunca ha sido soldado sino aplicado a serlo”. Al día siguiente se le dio el
uniforme de soldado del Regimiento Granaderos a Caballo con el que se batiría
heroicamente en los campos de batalla de América en pos de la independencia.
Tras la victoria de Maipú, en abril de 1818, la
libertad de Chile quedó asegurada. Había que encarar entonces la siguiente
etapa del plan de liberación continental sanmartiniano, que consistía en atacar
Perú, el centro del poder colonialista español en América del Sur.
La presión del Directorio para que San Martín regresara con el Ejército
de los Andes para sofocar los levantamientos contra el gobierno de Buenos Aires
fue cada vez mayor. San Martín asume la histórica decisión de desobedecer las
órdenes del centralismo porteño.
“Se
va a descargar sobre mí una responsabilidad terrible; pero si no se emprende la
expedición al Perú todo se lo lleva el diablo”, le escribe a O´Higgins.
“Compañeros del Ejército de los Andes:…La guerra se la
tenemos de hacer del modo que podamos; si no tenemos dinero, carne y un pedazo
de tabaco no nos ha de faltar; cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos
con la bayetilla que nos trabajen nuestras mujeres y si no, andaremos en pelota
como nuestros paisanos los indios: seamos libres y lo demás no importa nada. Yo
y vuestros oficiales daremos el ejemplo en las privaciones y trabajos. La
muerte es mejor que ser esclavos de los maturrangos.Compañeros, juremos no
dejar las armas de la mano, hasta ver el país enteramente libre, o morir con
ellas como hombres de coraje”.
Esa
encendida arenga de la Orden General del 27 de julio de 1819 dada por San
Martín debe haber resonado vivamente en los oídos y en el espíritu patriótico
de Eustoquio Frías, grabándosele a fuego para siempre.
Con
el grado de Cabo participó de la toma de la ciudad de Lima e hizo la campaña
del Perú bajo las órdenes del General San Martín por la que recibió una medalla
de plata. A las órdenes de Arenales participó en las dos campañas de la Sierra,
distinguiéndose en los combates de Nazca y Pasco.En el sitio a la fortaleza del
Callao y luego en su asalto, el 14 de agosto de 1821 estuvo presente Eustoquio
Frías. Sitio que culminara con la capitulación delMariscal José de la Mar.
El General Santa Cruz, al iniciar la campaña al
Ecuador designa a Frías en el grado de Sargento. El General Sucre le pide a
Juan Lavalle, entonces capitán con grado de sargento mayor, un sargento para
cumplir una misión sumamente importante. El sargento Frías fue el designado.
Debía entregar un oficio en mano al General español, debiendo observar en el
campo enemigo cuanto le fuera posible. Habiendo cruzado un río a nado con dos
caballos y no habiendo sido visto por las partidas enemigas, el general dijo:
- “Si todos los soldados de San Martín son como éste,
son invencibles”. A lo que Frías contestó que él era el más inferior de sus
compañeros.
De
regreso al campamento hace una pormenorizada relación de lo que vio, que
advirtió poca vigilancia y que le parecía fácil entrar por dónde él lo había
hecho. Tres días después el ejército patriota ocupa Cuenca. A los dos días tuvo
lugar el combate de Río Bamba, conocido como el más brillante combate de
caballería en la Guerra de la Independencia Hispanoamericana, destacándose la
primera carga de un escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo de 96
hombres, que cargó contra 400 jinetes de la caballería realista, dando la
victoria a los patriotas. Frías fue uno de esos valientes granaderos resultando
herido de lanza en la mano derecha
A
las órdenes del mariscal Antonio José de Sucre, vence a las fuerzas españolas
en la batalla de Pichincha, conduciendo a la liberación de Quito. Participa en
la campaña de Los Puertos Intermedios.En la acción de Chunghanga fue herido de
bala.Al separarse Lavalle del Ejército de Bolívar propuso al sargento Frías
para oficial. A los cuatro días recibía el despacho de Porta Estandarte del
primer escuadrón -grado militar previo al de Alférez de Compañía- conforme la
jerarquía de aquellos años. Antes de embarcar, Lavalle le regaló la montura de
su uso, una casaca, un pantalón que le había traído el sastre y 4 onzas de oro
que rehusó pero él lo obligó a aceptar.
“¡Peruanos! La campaña que debe completar la libertad
ha empezado bajo los auspicios más favorables. El ejército del general Canterac
ha recibido en Junín un golpe mortal, habiendo perdido, por consecuencia de
este suceso, un tercio de sus fuerzas y toda su moral”.
Proclama Simón Bolívar tras el triunfo en las gélidas
alturas de Junín a 4000 metros sobre el nivel del mar. El frío era tan intenso
que durante la noche murieron casi todos los heridos de ambos bandos. En la
batalla de Junín un escuadrón de Granaderos a Caballo de los Andes, junto a
Granaderos de Colombia, Húsares de Colombia y Húsares del Perú, hicieron huir
despavoridos a los españoles. Caballería al mando de Mariano Necochea, aquél
que había hecho ingresar a Eustoquioal Regimiento de Granaderosa Caballo siendo
casi un niño.Junín preparó el camino para que Antonio José de Sucre derrotara
definitivamente al ejército español en Ayacucho consolidando la independencia
de América del Sur. El oficial Frías resultó herido de bayoneta.
Concluida
la gesta emancipadora marcha el regimiento a Arequipa, de allí a Iquique donde
embarcan rumbo a Valparaíso para pasar a Buenos Aires, pero deben permanecer
cinco meses en Santiago por encontrarse cerrada la cordillera. Todo ese tiempo
debieron subsistir con 6 pesos mensuales. Llegan a Buenos Aires en febrero de
1826. El Cuerpo fue disuelto y distribuido entre los Regimientos de Caballería
que se formaban. Se había declarado la guerra al Brasil, en la cual participa.
Los coroneles Magan, Olavarría, Villalta y Brandzen requieren a Frías para sus
Regimientos. El Mtro. de Guerra, gral. Alvear se presentó en el cuartel a
conocer al oficial pedido por cuatro coroneles y por tan honrosos antecedentes
lo ascendió a Teniente. Olavarría lo ascendería a Tenienter 1°. Más tarde es
promovido a Capitán con grado de Sargento Mayor.
A
las órdenes del gral. D. Lucio Mansilla se halló en la batalla del Ombú (15.2.1827)
y en Ituzaingó(20.2.1827) conducido por el gral. Alvear. Ambos combatesvictoriosos.
En el año 30 solicita su separación del servicio. Una
ley del Congreso del año 26 establecía que debería gozar del sueldo íntegro de
su clase, solicitud que le fue denegada. Al poco tiempo fue llamado a
reincorporarse negándose alegando su mal estado de salud. Un edecán del general
Rosas le gestiona ser recibido personalmente por éste.
-
“Pero Ud. es joven y puede hacer carrera”. Le dice Rosas. Frías le contesta:
-
“…pertenezco al partido contrario a V.E. y mis sentimientos tal vez me
obligaran a traicionarle, para no dar un paso que me degrade, suplico a V.E. se
digne concederme mi retiro”.
-
“Me agrada la franqueza de Ud”. Al día siguiente le entrega la cédula de
inválido y le dio quinientos pesos, diciéndole:
-
“Cuando Ud. se halle necesitado busque, no al Gobernador Rosas, sino a Juan
Manuel Rosas”.
Una
vez concluida la guerra contra el Brasil participa de las luchas civiles
acompañando al Gral. LavalleEn 1839 pasó al Estado Oriental y luego a Entre
Ríos donde se incorpora al ejército del general Lavalle, haciendo las campañas
de esa provincia, de Buenos Aires y de Santa Fe. Participa de la defensa en el
sitio de Montevideo hasta 1847. A las órdenes del gral. Emilio Mitre realizó la
expedición al desierto.
Al servicio de Urquiza participa en la batalla de
Caseros, el 3 de febrero de 1852. Allí fue ascendido a coronel de caballería.
También peleó en Pavón, el 17 de septiembre de 1861.En 1866 con el grado de
coronel mayor integró la lista de los Guerreros de la Independencia. En 1879
fue promovido a brigadier general y en 1882 alcanzó la jerarquía de teniente
general.
“El correlato de
la revolución de
Mayo fue una guerra masiva
y persistente en la
que se jugó la supervivencia del nuevo régimen. Para hacer frente a esta
situación, el gobierno revolucionario
debió apurar la creación de grandes ejércitos regulares. Este artículo analiza
una de las etapas más delicadas de esta tarea: la formación de un cuerpo
de oficiales”. Sostiene Alejandro
MRabinovich en su trabajo: “Obedecer y Comandar. La Formación de un Cuerpo de
Oficiales en los Ejércitos del Río de la Plata,1810-
Falleció
el 16 de marzo de 1891. Al despedirlo dijo de él, Carlos Pelegrini, por
entonces Presidente de la Nación: “Soldado raso de aquél regimiento glorioso
cuya fama durará lo que dure nuestra historia, recorrió uno a uno todos los
grados de la jerarquía militar en 75 años de servicio -la más larga que
registran los anales de nuestro ejército- durante los cuales se batió por todo
lo que hay de más noble y de más grande, por la independencia, por la libertad,
por la integridad y el honor la patria”.
Su
vida, tan llena de sacrificios como de gloria, cubrió casi todo el siglo XIX y
su muerte marcó el fin del célebre ciclo de la generación que fundó la
independencia de la República y de la Patria grande.
Los
restos del antepasado del Dr. Jorge Félix Frías, reposan desde 1963, en el
Panteón de las Glorias del Norte, Salta.
16 noviembre 2024
Opinion