“Te quiero allá arriba, como
jurado un día”, le propuso hace dos semanas Marcelo Tinelli a Wanda Original,
una joven de Carmen de Patagones luego de ella no quedara entre los finalistas
de Canta Conmigo Ahora. Apenas lo escuchó, ella supo que pronto estaría entre
los “cien”, nunca dudó de la palabra del conductor. Sabía que si él se lo dijo,
cumpliría.
“Es muy loco pero estoy muy
agradecida porque tuve la oportunidad gracias a Dios y a Marcelo que me dio la
chance de estar cantando en el escenario y ahora dando una devolución en el
jurado. No imaginé estar en estas instancias. Agradecida sabiendo que Marcelo
es una persona bondadosa”, dijo a Teleshow al terminar el programa en el que
debutó en el estrado.
Uno de los desafíos más
difíciles es saber cuándo apretar el botón para cantar con el concursante. No
quiere ser Locho (que aprieta siempre) ni Ale Paker (que no lo hace nunca), se
comparó en chiste. “Al dar devoluciones me sentí un poco presionada porque
tenía una imagen de todos los participantes como chicos de barrio que quieren
salir adelante y me quería parar en todos”, dijo y confesó que estuvo llorando
durante el programa, pero que entiende que es una competencia y que intentará
ser objetiva. “Tengo que votar por talento y no por historia”.
Y ella, que no quería hacer
el casting... “No tenía ganas porque me habían rechazado de otro programa y un
amigo me insistió, y acá estoy. Está bueno tener esa gente que te da impulso”.
—¿Te sorprendiste cuando te
llamaron para ser jurado?
—Marcelo lo dijo al aire y
pensé que así sería porque es de palabra (Tinelli), y me lo estoy tomando bien
es algo nuevo que no sabia que necesitaba pero lo necesitaba, soy una serpiente
mudándome de piel, experimentando otra cosa y ojalá que se mantenga así, porque
tengo ganas de renovar mi vida y me gustaría vivir de esto.
—¿Qué sentís estando ahí?
—Es muy valorable que te den
espacio en tele para que esté todo el país viéndote hacer lo que te gusta, no
surgen oportunidades como esta para los artistas. Si sos independiente tenés
que pagarte vos las producciones, los videos, las sesiones de estudio y si no
tenés un trabajo te cuesta salir adelante.
Oriunda de Carmen de
Patagones, la joven de 23 años vive desde hace cuatro en la ciudad de Buenos
Aires. Los primeros tiempos en “la jungla de cemento” no fueron fáciles: “Vine
para conseguir trabajo y dedicarme a la música, que es lo que me hace feliz. Mi
primer estadía acá fue en la casa de un amigo, Alejo, que se portó muy bien y
me dio la oportunidad. Yo era rebelde y no valoraba algunas cosas. Él me ayudo,
me dio un plato de comida todos los días, techo, fui al shopping a buscar
trabajo y empecé como vendedora en un local de ropa”.
Así, con la ayuda de su
amigo y su trabajo empezó a hacer sus producciones musicales. “De a poco se
abrían puertas y a la espera”, dijo quien por estos días sacará un nuevo tema,
que también hizo de manera independiente. La canción se llamará “Tokio”, en
honor a la ciudad que quiere conocer y como ella lo dijo, es una forma de
“jugar con la ley de atracción”.
Siempre cantó, pero desde
los diez años estudia para perfeccionarse en la materia. Más allá de lo
aprendido, la sangre tira. Su abuela cantaba tangos y su hermano, es también
artista, pero con el pincel. Su primer trabajo fue en una tienda de ropa en
Viedma, iba y venía en lancha, y cada peso que ganaba, lo guardaba en su
bolsito de maquillajes. Cuando juntó algo de dinero, fue con su mamá a hacer su
primera producción.
Su mamá aparece mencionada
en varios pasajes de la entrevista. Aunque ya no viven juntas y las separan más
de 900 kilómetros, ella siempre está. Además, destaca cómo, ante la ausencia de
su padre, su madre ocupó el doble rol: “Para una mujer sola es difícil sacar
una familia y en la época de antes, no guardo resentimiento ni rencor, quizás
(su padre) estaba en un momento que no tenía ganas de criarme, estaba en su
derecho pero dejo sola a una mujer, mas allá de las diferencias. Hubiese estado
buen quizás una figura paterna para complementar un poco mas allá de que mi
vieja no necesite un hombre, que le de ese motor y esa ayuda. Lo digo por ella
que por mí, porque a mi con ella, me alcanza y me sobra”.
Aunque sabe donde vive, a su
padre biológico no lo conoce: “Mi mamá siempre se hizo cargo de mi es mí y no
faltó comida, ni cariño. En cuanto a lo musical, aunque no canta, mi vieja es
re del palo, es super rockera, buena onda y me ayuda sin pedir anda a cambio”.
La semana pasada, en la
etapa de revancha cantó “Tu falta de querer”, de Mon Laferte, y se la dedicó “a
todas las mujeres que por alguna u otra razón no la pueden contar, como una
manera de implorar un poquito de piedad”: “No fue para mi mamá sino para todas
en general, uno se acostumbra a lo malo y no es lindo eso”.
Esta semana Wanda estará
entre los cien jurados del Canta Conmigo Ahora. Sobre qué pasará más adelante,
aún no se sabe: “Me dijeron que iba a depender también de cómo me sintiera.
Ahora quiero seguir es un lindo lugar y lo aprecio, porque estuve abajo
cantando y vi las dos caras del concurso”. Además, destacó el espíritu de
camaradería que hay entre compañeros.
No está entre los finalistas
del reality, pero los sueños igual se cumplen y pasar por el programa es
transitar un camino lleno de puertas que se abren. Su meta: “Me encantaría
tener a alguien que me produzca y yo solo pensar en lo musical. Hasta ahora
estaba trabajando haciendo otras cosas con la música”.
Wanda también vivió en Bariloche y una de las cosas que
más le gustaba era patinar sobre hielo, por eso otro de los objetivos a cumplir
en un futuro cercano, es anotarse en algún lugar para practicar, quien sabe su
próximo clip podría ser sobre patines. Más allá de eso, generosa, si triunfa en
la música el dinero lo usaría para reinvertir y poder seguir creando y para
ayudar: “Me gustaría colaborar con proteccionistas de animales y con comedores
u hogares, siempre pienso en los niños que no tienen padres y me da pena, la
falta de uno cuesta, imagínate la falta de dos”.
2 septiembre 2024
Patagones