Desde el 2 de julio cuando ocurrió el homicidio hasta este jueves 22 de
diciembre no habían trascendido muchos avances en la investigación para dar con
el o los responsables del crimen de la joven Agustina Fernández, en Cipolletti.
Esta madrugada, durante un intenso allanamiento, la Policía detuvo a Pablo
Parra, quien declaró en primera instancia que fue quien la encontró esa tarde
tirada y salvajemente golpeada.
Al parecer unos descubrimientos en las pericias científicas lograron
echar luz sobre el crimen de la joven oriunda de La Pampa y permitieron a la
fiscalía ordenar la detención de Parra, en cuyo departamento estaba golpeada
Agustina.
El sujeto, empleado petrolero, había declarado una coartada que en
principio resultó creíble, pero que con el tiempo se contrastaba con otras
pistas que se encontraron.
Además denunció el robo de dólares y de los teléfonos celulares de
Agustina y del suyo, ya que había afirmado que se lo olvidó entonces en su
departamento cuando salió a devolver una parrilla a su padre, mientras la joven
se disponía a preparar supuestamente una cena que ambos iban a compartir allí.
Parra fue quien dio aviso a la familia de Agustina sobre el hecho y tras
el fallecimiento de la chica quiso reunirse en Cipolletti con la mamá, pero
esta nunca quiso verlo y más tarde pidió que se centre la investigación en Parra,
algo que replicaron también diferentes organizaciones cipoleñas.
Si bien las pruebas más evidentes, como los teléfonos celulares
desaparecieron con el supuesto robo denunciado por Parra en su momento, los
resultados de las pericias y los informes forenses respecto de pistas de ADN
parecen concluyentes y suficientes para haber ordenado la detención de Parra
esta mañana.
15 enero 2025
Judiciales