La jueza de Garantías Agustina
Bagniole fue quien resolvió dictarle por el plazo de seis meses la prisión
preventiva de Pablo Parra (37), a quien la fiscalía y la querella acusaron como autor
de un "homicidio triplemente agravado por femicidio, alevosía y también
porque había mantenido con la víctima una relación".
“Considero que hay indicios
suficientes para sostener que Parra fue el autor de este hecho”, dijo la jueza
y fundamentó además la medida privativa de la liberad al dar por acreditado que
existe el riesgo procesal de “entorpecimiento de la investigación”, ya que,
según afirmó la desvió “desde el minuto cero”.
La decisión fue adoptada
tras una audiencia de formulación de cargos que duró más de tres horas, fue
trasmitida por el canal de YouTube del Poder Judicial rionegrino y de la que
participó el propio Parra, quien vestido con una musculosa amarilla y sentado
junto a su abogado solo intervino para dar sus datos personales y presentarse
como empleado de una empresa de servicio petroleros.
Una de las pruebas claves
expuestas por el fiscal de causa, Martín Pezzetta, para incriminar a Parra, es
un trozo de tela azul que quedó enganchado a una concertina (rollo de alambre
de púas) ubicado en el paredón por donde trepó el presunto homicida al patio de
la escena del crimen y que tenía el ADN de Parra.
Además, mencionó el fiscal y
valoró la jueza, que no hay una sola evidencia que indique la presencia de una
tercera persona ya que las únicas huellas dactilares o rastros de pisadas,
corresponden a la víctima y el imputado.
Para el fiscal, el
“detonante inmediato” del femicidio fue que el mismo día, aunque unas horas
antes del crimen, Agustina invitó a su departamento al mozo de un bar que había
conocido y con el que esa tarde tuvo relaciones sexuales que, de acuerdo a lo
declarado por el joven, tuvieron que haber escuchado los vecinos, entre ellos
Parra, porque dejaron la ventana abierta.
15 enero 2025
Judiciales