Hoy se conmemora el 71° aniversario del fallecimiento de Eva Perón, una
figura icónica en la historia de Argentina y un símbolo de lucha por los
derechos de los trabajadores, las mujeres y los más necesitados. Su legado ha
trascendido el tiempo y su influencia sigue siendo relevante en la actualidad.
Evita, como era conocida cariñosamente por sus seguidores, dedicó su
existencia a mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos,
especialmente las mujeres y los niños. Fue una defensora incansable de los
derechos humanos y una líder carismática que inspiró a millones de personas.
A pesar de que su vida terrenal fue breve, su impacto en la sociedad
argentina y en la historia mundial es innegable. Su legado sigue vivo en los
corazones de aquellos que luchan por la igualdad y la justicia social.
En este aniversario de su muerte, recordamos su valentía, su pasión y su
compromiso con una causa mayor. Su ejemplo nos inspira a seguir luchando por un
mundo más justo y equitativo para todos.
Destacamos la importancia y el valor que Evita Perón dio a los
ciudadanos argentinos al visibilizar la miseria en la que vivían. Evita se
preocupó por otorgarles bienes nuevos y mejorar su calidad de vida, en
contraste con donaciones de ropa usada que hacían las mujeres de la alta
sociedad.
La magnanimidad de Evita estuvo dada por la visibilización que hizo de
la miseria en la Argentina y las políticas y acciones que llevó adelante para
sacar al pueblo de ese lugar y darle dignidad.
Hasta la aparición de Evita, la pobreza se escondía. Citamos como
ejemplo dos hechos ocurridos en Río Negro, basados en los relatos de la hija
del entonces Gobernador de la provincia, Adalberto Pagano. En su libro cuenta
que durante la llamada década infame, de 1932 a 1943, acompañaba a su padre en
los viajes que hacía al interior del territorio. Expresa en este sentido que,
además de golosinas, llevaban cubiertas para que los maestros de las
comunidades originarias hicieran zapatillas a los niños. Una frase que repite
la hija de Pagano es “¡qué maestro eran aquellos!”. Ella valora el trabajo del
maestro, que es importante, pero no dice nada de la miseria en el cual vivían
esos chicos. En contraposición, Evita sí lo hacía, pero resolviendo, además,
con zapatillas nuevas.
Otro ejemplo es que en las comunidades de Cerro Policía, de El Bolsón,
de Mencué, de El Caín, entre otros, se recibían fardos de ropa usada, dada de
baja por la Policía Federal y el Ejército. ¿Qué se menciona en el libro sobre
esa ayuda?: “Qué alegría tenía esa gente cuando recibía esa ropa usada”. Nada
se dice de lo empobrecido que el poblador debería estar para que una ropa usada
y remendada le provocara alegría.
Volviendo a Evita, podemos decir que esta gran mujer hizo exactamente lo
contrario, le dio dignidad al ser humano, al habitante de su país, llevándole
lo nuevo, haciendo que se sienta parte. No es lo mismo recibir una zapatilla
usada que recibir una zapatilla nueva. No es lo mismo recibir un libro usado
que un libro nuevo. No es lo mismo recibir una campera, un saco, un pantalón
usado, remendado, que tiene dos o tres usos, que tenerlo nuevo. Ese es el valor
que le dio al ser humano argentino Evita. Por eso hay que rescatarla. Hizo
visible la miseria y dignificó al pueblo empobrecido.
También debemos destacar el papel que le dio a la mujer en la política,
el trabajo de promoción que hizo en este sentido y las políticas públicas
implementadas por el Estado, incluso después de su fallecimiento. En resumen,
Evita elevó la dignidad humana y su legado sigue siendo relevante en la
sociedad actual.
Con respecto al rol de la mujer en la política -movimiento que ya se
venía dando en otros países del mundo- logró que dejara de ser el de
“acompañante, para pasar a cumplir un rol activo, allí donde se la necesitara. Podía ser en
Recoleta, para acompañar obras de teatro, o en un barrio muy carenciado,
armando talleres de lectoescritura y acompañamiento a las infancias. Cuando el
Gobierno del General Perón creó los grandes hospitales, como el Posadas o el
Evita, ella incluyó a mujeres enfermeras y a directoras de esos nosocomios. Le
dio valor a la mujer y obligó al Estado a ser promotor del trabajo, además de
atender la caridad.
En los gobiernos justicialistas, en las distintas épocas, ha habido
siempre una promoción y revalorización del trabajo. Una gran hacedora y
continuadora de estas políticas ha sido y es la ex Presidenta y actual
Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, otra revolucionaria de la política argentina.
*Reflexión del Bloque Unidad Ciudadana en un nuevo aniversario del
fallecimiento de Eva Perón
Legisladores: Daniel Belloso, Alejandra Mas, Gabriela Abraham, Luis
Noale, Ramón Chiocconi
16 noviembre 2024
Opinion