Una niña de 11 años, separada de su familia de origen y residente en un hogar desde la pandemia, finalmente encontró una familia adoptiva en la ciudad de Roca. Este martes, una jueza de Familia le notificó personalmente la sentencia de adopción plena, otorgándole no solo una nueva familia, sino también el nombre y apellido que había deseado por años.
La niña, nacida en otra provincia, había sido declarada en estado de adoptabilidad en enero de 2022. Mientras tanto, en Roca, un matrimonio y su hijo de 12 años habían comenzado su camino como aspirantes a la adopción, inscribiéndose en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Ruagfa). Tras las primeras videollamadas, el vínculo entre la niña y la familia fue creciendo, y en septiembre de 2022 se les otorgó la guarda con fines adoptivos.
Durante el seguimiento del proceso de convivencia, el equipo técnico informó que, si bien hubo desafíos propios de la adaptación, la familia supo resolverlos con comunicación y apoyo mutuo. La jueza destacó que la niña comenzó a referirse a la familia "desde un lugar de pertenencia", mostrando que se sentía parte del grupo.
La resolución judicial confirmó que la familia adoptiva contaba con los recursos necesarios para cuidar y criar a la niña de manera saludable, asegurando su derecho a desarrollarse en un entorno familiar. La adopción plena incluyó también el cambio de nombre, una decisión profundamente deseada por la niña, que pidió ser registrada oficialmente con su nuevo nombre y apellido.
El final del proceso fue emotivo, con la jueza entregando la sentencia en persona y la niña leyendo algunos fragmentos en voz alta, expresando su felicidad por el momento tan esperado.
7 noviembre 2024
Judiciales