Un tribunal de Cipolletti dispuso la prisión preventiva para
un hombre condenado a doce años de prisión por abuso sexual con acceso carnal agravado,
tras agotarse las instancias de apelación en el ámbito provincial. La medida
fue dictada debido al riesgo de fuga del condenado, quien, según la fiscalía,
alterna entre domicilios en el Alto Valle y la Cordillera, una región en la que
enfrenta otras denuncias y cuya proximidad con los pasos limítrofes representa
un factor de riesgo.
La solicitud de prisión preventiva fue realizada por la
fiscalía y la querella, que argumentaron que el constante cambio de residencia
del condenado y la cercanía con los pasos fronterizos podrían dificultar su
localización y la ejecución efectiva de la condena. El hombre, que en la
audiencia declaró tener domicilios temporales tanto en El Bolsón como en
localidades del Alto Valle, no contaba con un arraigo estable, lo que fue
considerado por el tribunal como un indicio de su potencial fuga.
La defensa solicitó que, en caso de que se dictara la medida
cautelar, esta se cumpliera de forma domiciliaria en la vivienda de su hermana,
alegando que el condenado es el único sostén de su familia. No obstante, el
tribunal rechazó esta solicitud, concluyendo que el constante cambio de
domicilios y la existencia de una causa judicial pendiente por desobediencia a
una orden en El Bolsón demostraban que no existía una base de arraigo
suficiente. Además, el tribunal constató que el condenado enfrenta otros cargos
por delitos similares en esa misma región.
La resolución, que ordena la prisión preventiva efectiva,
también implica el traslado del condenado a un establecimiento penitenciario,
en cumplimiento de la nueva normativa procesal. Esta decisión se enmarca dentro
del artículo 109 bis del Código Procesal Penal, incorporado por la última
reforma legislativa provincial. Esta reforma establece que, cuando se agotan
los recursos provinciales, se puede disponer la prisión preventiva para quienes
hayan sido condenados a penas de cumplimiento efectivo, con el fin de garantizar
que la sentencia se cumpla.
El hombre fue condenado por un tribunal de Cipolletti en
diciembre de 2023, y la sentencia fue confirmada por el Tribunal de Impugnación
en junio de 2024. El Superior Tribunal de Justicia (STJ) ratificó la condena en
septiembre del mismo año. Actualmente, el caso está en espera de ser revisado
por la Corte Suprema, pero hasta entonces, el condenado permanecerá bajo
prisión preventiva.
La implementación de la reforma procesal penal, que acelera
los plazos judiciales, permitió que el caso avance con mayor celeridad, lo que favoreció
la resolución del proceso en menos de un año, incluyendo las apelaciones
previas.
8 noviembre 2024
Judiciales