La condena a prisión perpetua contra Pedro Rafael Acuña por el femicidio de Marisa Galdame quedó firme esta semana al no haberse presentado ninguna apelación al veredicto del jurado popular ni a la sentencia dictada por la jueza Verónica Rodríguez.
El 8 de agosto, un jurado ciudadano declaró a Acuña culpable de homicidio doblemente agravado, por la relación de pareja que mantenía con la víctima y por haberse cometido en un contexto de violencia de género. Esta decisión fue unánime, tras considerar que la fiscalía y la familia querellante lograron demostrar su responsabilidad sin lugar a dudas.
El 25 de octubre, la jueza Rodríguez impuso la pena de prisión perpetua, que es la única sanción prevista por el Código Penal Argentino para este tipo de delitos. Acuña, quien permanecía en prisión preventiva desde el inicio del proceso, iniciará ahora el cumplimiento efectivo de la pena bajo la supervisión del Juzgado de Ejecución N° 10 de Roca, encargado de los trámites relacionados con su condena.
El 13 de noviembre se realizó el cómputo de tiempos de detención, confirmando que Acuña llevaba un año y 15 días detenido, desde la fecha del femicidio. De acuerdo con las modificaciones realizadas en 2017 a la Ley de Ejecución de Penas, los condenados por homicidios agravados, como el femicidio, no pueden acceder a beneficios como la libertad asistida o condicional.
El crimen ocurrió en la madrugada del 30 de octubre de 2023, en la vivienda que Marisa Galdame, de 30 años, compartía con Acuña y sus dos hijos en Allen. La mujer falleció como consecuencia de múltiples puñaladas. Tras el hecho, Acuña intentó autolesionarse con el arma utilizada, pero fue detenido y sometido a juicio. En un proceso que duró tres días, el jurado popular lo encontró culpable por unanimidad, marcando un fallo contundente contra la violencia de género.
10 diciembre 2024
Judiciales