Juzgado deniega contacto entre abuelos y su nieta por antecedentes de violencia familiar

La decisión se basa en informes que revelan complicidad de los abuelos en situaciones de abuso y maltrato

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Un juzgado de Familia de Bariloche denegó la solicitud de una pareja de abuelos que buscaba restablecer el contacto con su nieta tras varios años de separación. La niña, cuya relación con sus padres estuvo marcada por episodios de violencia, no mantuvo contacto con los abuelos desde la separación de sus progenitores. El fallo subraya que los abuelos paternos no solo fueron testigos de la violencia sufrida por la menor, sino que en varios casos actuaron como cómplices indirectos.

La jueza que intervino en el caso indicó que los abuelos habían minimizado las denuncias de violencia realizadas por la madre de la niña y, en algunos casos, participaron activamente en hostigarla. Además, se destacó que la familia paterna, involucrada en situaciones de violencia física y psicológica, había utilizado a la niña como herramienta de presión. La relación con el padre de la menor, previamente despojado de la responsabilidad parental, había sido marcada por actos de sometimiento, con denuncias de agresiones en múltiples ocasiones.

En la resolución, la jueza consideró fundamental la opinión de la menor, quien expresó su rechazo al reencuentro con los abuelos. De acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño y el Código Civil y Comercial de la Nación, la voz de los menores es un aspecto central en estos casos. La jueza resaltó que permitir el contacto podría revertir los avances en la recuperación emocional de la niña, que fue sometida a un proceso terapéutico largo y complicado.

El Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) y otros informes judiciales coincidieron en que el entorno familiar de los abuelos era considerado “tóxico y peligroso”, caracterizado por patrones de manipulación y hostigamiento. Según estos informes, cualquier intento de restablecer el vínculo con los abuelos podría afectar negativamente el bienestar y desarrollo de la menor.

La decisión judicial también puntualizó que el interés superior de la niña debe prevalecer sobre las pretensiones de los adultos. La jueza enfatizó que los abuelos, al haber priorizado la defensa de su hijo agresor, habían perdido legitimidad moral para exigir un contacto con la niña.

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