Con la llegada del clima frío en la región, el Ministerio de Salud de Río Negro emitió una serie de recomendaciones para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono, un gas tóxico que se genera por la combustión incompleta de materiales como leña, gas, carbón, queroseno, alcohol o nafta, utilizados comúnmente en sistemas de calefacción.

El monóxido de carbono es incoloro, inodoro e insípido, lo que lo hace imperceptible para quienes lo inhalan. Una vez en el organismo, reduce la cantidad de oxígeno en sangre y puede generar alteraciones en órganos vitales como el corazón y el cerebro. Esta situación representa un riesgo para toda la población, especialmente en contextos de exposición prolongada y en espacios cerrados sin ventilación adecuada.

Los síntomas de intoxicación pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, debilidad, letargo, confusión, desmayos, dolor en el pecho, pérdida de conocimiento y alteraciones visuales. Desde la cartera sanitaria se indicó que uno de los principales peligros es que estos síntomas no siempre se asocian con la inhalación de monóxido de carbono, lo que retrasa las medidas de atención.

Ante la sospecha de intoxicación, se recomienda salir al aire libre inmediatamente, abrir puertas y ventanas, apagar los artefactos a gas y evitar permanecer en el lugar. También se debe acudir a un centro de salud e informar sobre una posible exposición al gas para recibir atención médica adecuada.

Entre las medidas preventivas, se destacó la importancia de no utilizar artefactos que no sean de tiro balanceado en dormitorios o baños y evitar dormir con estufas encendidas que no cuenten con este sistema. Asimismo, se aconseja mantener siempre una fuente de ventilación abierta —al menos una ventana entreabierta unos 10 centímetros— y ventilar toda la vivienda entre 10 y 15 minutos por día, preferentemente por la mañana.

Se recomienda también realizar controles anuales de todos los artefactos a gas por parte de gasistas matriculados, utilizar únicamente equipos que tengan salida al exterior, y evitar el uso de braseros, estufas a queroseno o la utilización de hornallas y hornos como método de calefacción. Además, se subrayó la necesidad de no encender motores a combustión en espacios cerrados, y asegurarse de que los garajes estén ventilados al momento de encender vehículos.

Desde el área de salud se reiteró que estas medidas resultan fundamentales para evitar situaciones de riesgo, especialmente en los hogares con niñas, niños, personas mayores o con condiciones de salud preexistentes, quienes pueden ser más vulnerables ante la inhalación de este tipo de gases.