La pasión por recortar: el ajuste no para y ahora le toca al transporte

Opinión: Andrés Alvarenga

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Por Andrés Alvarenga*

Hay algo más que un plan económico detrás de cada medida del Gobierno Nacional. Hay una verdadera pasión por recortar, un amor casi enfermizo por el ajuste. No se trata ya de una política de emergencia ni de una reestructuración necesaria. Es una pulsión: cortar, desfinanciar, abandonar. Y ahora, una vez más, le toca a las provincias pagar el precio.

El último golpe es el recorte total del subsidio nacional al transporte público en el interior del país. En Río Negro, esto impacta de lleno sobre los servicios urbanos e interurbanos, encareciendo los boletos, y afectando directamente a miles de trabajadores, estudiantes, jubilados y familias que dependen del transporte público para su vida cotidiana. 

No es un hecho aislado. Es parte de un patrón: primero fueron las obras públicas, después los fondos para salud, luego la cultura, la educación, los programas sociales, y ahora el transporte. El gobierno de Javier Milei convirtió el ajuste en una doctrina, y las provincias somos su principal blanco. Se castiga el federalismo bajo el disfraz de eficiencia, deficit cero. Se abandona al interior con la excusa de “ordenar las cuentas”.

Río Negro no es la excepción. Como tantas otras veces, nuestra provincia se ve obligada a salir a cubrir el vacío que deja la Nación. A asumir el costo político, económico y social del abandono. Porque cuando la Nación recorta, es el territorio el que sostiene. Cuando la Casa Rosada se desentiende, son los gobiernos provinciales los que responden a los vecinos y vecinas.

El relato oficial pretende convencernos de que el ajuste es la única salida. Que sufrir ahora es garantía de prosperidad futura. Pero no hay futuro posible si para alcanzarlo hay que destruir el presente. No hay país posible si se desmantela el federalismo. No hay república si se gobierna desde el castigo y no desde el acuerdo.

Porque en Río Negro, como en tantas otras provincias del país, cuando la Nación abandona, es el gobierno provincial el que sostiene. Y aunque algunos se enamoren del sufrimiento ajeno en nombre del ajuste, hay un país que no se rinde. Un país que sabe que gobernar no es recortar. Que gobernar es cuidar.

*Presidente Junta Promotora de Igualdad Río Negro

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