En el marco del Día del Balsero, que se conmemora cada 3 de agosto, se reconoció públicamente el trabajo de quienes operan las balsas en Villa Llanquín y Sauce Blanco, dos puntos estratégicos para la conexión de comunidades en la provincia de Río Negro.
Se trata de trabajadores que desempeñan su tarea los 365 días del año, bajo condiciones climáticas diversas y muchas veces adversas, asegurando el cruce de personas, vehículos y bienes entre márgenes del río. La conmemoración busca poner en valor la función social que cumplen y el impacto cotidiano de su labor en la vida de cientos de familias rionegrinas.
La fecha fue destacada por Vialidad Rionegrina, que depende del Gobierno de Río Negro, como una oportunidad para saludar y agradecer a estos operadores, cuya tarea es considerada fundamental para garantizar la conectividad vial, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso. La continuidad del servicio resulta esencial para habitantes, productores, estudiantes y turistas que transitan la región.
Tanto la balsa de Villa Llanquín, en cercanías de Bariloche, como la de Sauce Blanco, ubicada sobre el río Negro, permiten sostener la circulación en puntos donde no existen puentes o rutas alternativas, lo que convierte al servicio en un recurso logístico imprescindible para la integración territorial.
Desde el organismo provincial expresaron que el compromiso y la dedicación de los balseros “representan un motivo de orgullo” para la institución. Además, destacaron que su trabajo no solo responde a una función técnica, sino que encarna una misión de servicio que fortalece el vínculo entre el Estado y las comunidades.
El Día del Balsero no solo reconoce una tarea concreta, sino que invita a visibilizar los desafíos de estos trabajadores y trabajadoras, que cumplen un rol silencioso pero central en la trama diaria del transporte y la comunicación en Río Negro.

6 diciembre 2025
Río Negro