La legisladora de Juntos Somos Río Negro (JSRN), Maricel Cévoli, expresó su acompañamiento al proyecto impulsado por el vicegobernador y presidente de la Legislatura, Pedro Pesatti, que busca incorporar la prohibición de los discursos de odio en el Reglamento Interno del Parlamento rionegrino.

Cévoli sostuvo que la iniciativa surge en un contexto “muy complejo” y destacó que tiene un carácter principalmente preventivo. “Es verdad que también hay un aspecto punitivo, pero lo que más nos importa es abordarlo desde la prevención, planteando en principio dentro del cuerpo legislativo el respeto en las expresiones, no solo de legisladores y legisladoras, sino también de los trabajadores de la Legislatura”, afirmó.

La parlamentaria remarcó que su apoyo se fundamenta en la necesidad de garantizar un ámbito de debate libre pero respetuoso. “Muchas veces las expresiones no son más que manifestaciones de un odio encriptado, ya sea hacia cuestiones político-partidarias o respecto de los derechos adquiridos. Lo que se busca es el respeto entre unos y otros para poder transitar en paz en una provincia que tiene como horizonte el bienestar de todos”, señaló.

Consultada sobre las críticas al proyecto, Cévoli aclaró que no se trata de una limitación a la libertad de expresión. “Jamás se cercena la palabra. Lo que se plantea es que cada expresión tenga un sentido respetuoso y que genere debate sin aniquilar ni obstaculizar la voz de otros”, explicó.

La legisladora reconoció que en más de una oportunidad se han dado situaciones en el recinto y en comisiones en las que los discursos incluyeron expresiones despectivas hacia las mujeres o hacia las disidencias. “Pertenezco a un sector que muchas veces es el más descalificado. Por eso acompaño esta iniciativa, porque busca terminar con prácticas que dañan no solo a quienes integran la Legislatura, sino también a la sociedad que sigue de cerca lo que aquí se discute”, subrayó.

El proyecto de Pesatti, presentado días después de un cruce entre los legisladores José Luis Berros (Vamos con Todos) y Fernando Frugoni (CC ARI), establece que los discursos de odio sean tipificados como falta grave de orden parlamentario y prevé sanciones que van desde el apercibimiento hasta la exclusión del cuerpo. También contempla capacitaciones obligatorias en la materia para legisladores y personal legislativo.

“Una Legislatura que se respete a sí misma tiene que estar a la altura de los tiempos. Acompañar este proyecto es reafirmar nuestro compromiso con la democracia, los derechos humanos y la diversidad”, concluyó Cévoli.