El acto se realizó en el edificio de Tribunales y luego de la ceremonia, el presidente del STJ habló con algunos medios. En cuanto al posible juicio político en su contra, Sodero Nievas dijo que “ningún funcionario público tiene que temerle a nadie, ningún magistrado tiene que temerle a nadie”. “Yo no creo en el endiosamiento de la suerte, ni tampoco creo en la pontificación de la astucia, creo en los planteos racionales e inteligentes”, indicó. Sodero Nievas sostuvo que “más de uno quisiera tener dos tercios en cualquier Corte Suprema del país”. Y afirmó que esa amplia mayoría “no la tiene ninguno de los Superiores Tribunales del país”.

Destacó que “en Río Negro van a tener la oportunidad de tener una Corte con dos tercios, el voto de Sodero Nievas va a pasar ser, si quieren ustedes minoritarios, de forma tal que pueden archivar toda la jurisprudencia de derechos humanos, todo lo que le puede molestar a algunos señores importantes que tiene la Provincia, pueden archivar todo y dejarlo sin efecto”. “Pero yo no voy a renunciar ni a i ideología ni a mis convicciones”, señaló. “Ni a la oportunidad de lucha que me dan para luchar hasta el último día ni para mantener mis convicciones y mucho menos para defender todo lo que está bien hecho y, sobre todo, esto que corresponde a la ciudadanía que es el Estado de derecho”, agregó.

Advirtió que “un régimen que tiene al Poder Judicial avasallado y sometido pasa a ser automáticamente una dictadura”. “Queda en manos de un jefe de Estado o de quien eventualmente le toque gobernar. Yo creo que hay que recuperar República, ciudadanía, recuperar institucionalidad”, enfatizó Sodero Nievas. Sostuvo que “lo que defiendo no es mi cargo, defiendo la institucionalidad. Ese es el tema central de todo esto”. Opinó que lo que está pasando en este momento en Río Negro y su situación en el STJ ocurre “porque me parece que se ha perdido la noción de equilibrio y de respeto a las instituciones”. Reiteró que “esto es un poder independiente del Estado que está más allá de los gobiernos”.

Indicó que se pueden atribuir responsabilidades a un fiscal, a un juez de instrucción, a un camarista o a un juez del STJ “pero en una causa concreta, pero nunca y jamás por las opiniones de los magistrados en sus sentencias o por el contenido de decisiones administrativas. Esto no ha ocurrido en ningún lugar del país”. “Tenemos que ver para adelante, sin olvidarnos del pasado, porque un pueblo que queda entretenido en el pasado jamás puede acertar sobre el futuro”, afirmó.

FUENTE: La Mañana de Cipolletti