Pasadas las 15, la situación se normalizaba. El juez Chirinos salió del edificio y conversó con familiares de los internos y con la prensa, informó la Radio Super. Aseguró que la situación se había calmado y que los internos habían regresado a sus celdas. El magistrado accedió al ingreso de dos familiares y de representantes del Observatorio de Derechos Humanos y de la Pastoral Social para constatar la situación.
Chirinos anunció que, durante un mes, dejará sin efecto el cambio en el régimen de visitas para volver a evaluar el tema y aseguró que no intervinieron efectivos de Requisa ni del grupo especial Bora.
Más temprano, hubo destrozos y quema de colchoches en los pabellones ocupados, mientras que los internos trabaron las rejas con fierros e impedían el ingreso de los guardiacárceles. El juez de Ejecución Penal, Juan Pablo Chirinos y el fiscal Fernández Jade se presentaron en el lugar y encabezaron la negociación para destrabar el conflicto.
Afuera de la cárcel se apostaron efectivos policiales de distintas unidad y del Grupo Especial Bora armados con balas de goma dispuestos a ingresar al lugar para controlar la situación. También se presentó la cúpula de la Regional II encabezada por el Comisario inspector Omar Martínez.
Un crudo relato de la realidad que se vive en el Penal de Roca brindó la hermana Ana Siufi, de la Pastoral Social, quien desde hace años trabaja con los internos. Explicó que el tema de las visitas es algo muy sensible en el Penal y los cambios que hicieron provocaron este motín.
"Se ponen muchos inconvenientes que son retrocesos; ingresamos al Pabellón 3, muchachos que conocemos desde hace muchos años y tenemos confianza. El tema de la visita es ultra sensible, el cambio que hicieron era para nosotros muy perjudicial, porque se volvía rotativo. El día domingo entraban unos y no entraban otros. Cuando estábamos ahí los muchachos nos dijeron: acá vamos a hacer un levantamiento, les pedimos que se vayan", relató la hermana integrante de Pastoral Social.
"Ya estamos cansados de buenos discursos, todo siempre es un discurso maravilloso, pero los hechos, aunque ha habido cambios, son muy mínimos y a mucha distancia entre lo que se dice y lo que realmente sucede. Es verdad que hay escuela, que hay algún taller, pero la realidad es que los que estudian y trabajan son una minoría, más allá de la apariencia de que se ha organizado mejor, la verdad es que se continúa con mucha inactividad por parte de los internos" concluyó la hermana Ana Siufi.
FUENTES: Diario Río Negro/La Súper Digital
21 diciembre 2024
Judiciales